CRITERIO URBANO

Pensando en las áreas metropolitanas

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La semana pasada tuve la oportunidad de exponer en el evento denominado “Brainshop Metropolitano”, organizado por el Ministerio de Economía y el Programa Nacional de Competitividad, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, sobre los sectores productivos con mayor potencial aprovechando la denominada Cuarta Revolución Industrial.

Entre los temas tratados a lo largo de una semana se tocaron iniciativas relacionadas con la Gestión Metropolitana y cómo los países han abordado los retos de la planificación y gobernanza en sus territorios y los desafíos que conllevan ciudades más densas que permitan reducir costos de entrega de servicios y empleos generados, tomando en cuenta que a nivel global estamos en el siglo de las Ciudades.

Fue hasta en este siglo, en el año 2008, que la población mundial sobrepasó el 50 por ciento de personas viviendo en áreas urbanas, según datos del Banco Mundial. En el caso de Guatemala, aun cuando somos el país más rezagado de América Latina, el 53 por ciento de nuestra población hoy vive en espacios urbanos. Esto es una noticia positiva desde cualquier punto de vista, ya que está enteramente demostrado, y la historia así lo atestigua, que es en las ciudades en donde se logra reducir la pobreza y generar mayor desarrollo.

Ahora bien, está claro que si no empezamos a pensar en las herramientas e instrumentos jurídicos y técnicos que se necesitan implementar para que el área metropolitana de Guatemala y las denominadas Ciudades Intermedias o esos polos de desarrollo que instituciones como Segeplán y otras han identificado, los beneficios de la urbanización, se pueden convertir en un caos y llevar a muchos a migrar donde no existen oportunidades, si no existe una adecuada planificación urbana, generando cinturones de pobreza y construcción de vivienda en pésimas condiciones, como lo que vemos ya en algunas áreas del área metropolitana de Guatemala.

Por estas razones es tan importante este tipo de eventos en el país, en el cual personas de diferentes sectores y profesiones puedan reunirse para pensar sobre las posibles soluciones a los problemas que ya empezamos a tener y que poco a poco tendrán las nueve áreas metropolitanas de los Altos, Cobán, Guatemágica, Huehuetenango, Oriente, Escuintla, Puerto Barrios, Flores y Antigua Guatemala.

Nuestro país está pasando de exportar productos agrícolas de poco valor agregado a manufactura y productos agroindustriales, que van a demandar mejor infraestructura y servicios para conectar a las áreas metropolitanas a que puedan tener la competitividad que necesitan para poder conectarse y volverse economías globalizadas que ayuden a mejorar las condiciones de vida de su población. Temas relacionados con vivienda, por ejemplo, como bien lo explicó el experto Pedro Ortiz, donde podamos tomar en cuenta la cuantificación de la población, las necesidades de suelo, la estructuración de la demanda, la localización, financiamiento y gobernanza, son claves para poder mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos.

El reto, entonces, es lograr los acuerdos necesarios para generar políticas públicas y leyes que permitan mejorar la planificación a nivel urbano, generando autoridades que puedan coordinar el enfoque municipal y pasar a ver el territorio en su manera integral. Está clarísimo que lo que haga un alcalde afecta directamente a la población conurbada de otro municipio, por lo que, en aras del bien común, tenemos que pensar más allá de nuestra propia área de influencia y generar sistemas integrados de ciudades.

@jczapata_s

ESCRITO POR:

Juan Carlos Zapata

Director ejecutivo de Fundesa. Maestría en Gestión Pública y Liderazgo. Licenciatura en Administración de Empresas con especialización en Finanzas. Representante de diferentes mesas de trabajo del sector empresarial.