La anarquía urbana viene generada por la creciente explosión demográfica, la desorganización urbana, la violencia, las crisis geofísicas: sismos y explosiones volcánicas. Por lo que muchos de los tres millones de guatemaltecos han emigrado dirigidos por bandas de “coyotes” (P.L.). Los emigrantes han enviado al país una cifra de US$8,192.21 millones en divisas en el 2017. “El país norteamericano creó 164 mil puestos de trabajo en abril. Aunque la cifra es menor a la esperada, el porcentaje global cayó dos décimas, según datos del Departamento de Trabajo publicados”.

Emigrar no va a ser tan fácil, ante una política internacional en contra de esta. En Arizona, 59 guatemaltecos fueron detenidos recientemente, al ser parte de la caravana de un grupo de 61 personas que se entregó a la policía de fronteras de Estados Unidos. Esto irritó a Trump, quien cargó contra la caravana de guatemaltecos y pidió que los estados fronterizos enviaran a la Guardia Nacional. Donald Trump “ha atacado fuertemente la inmigración irregular y ha puesto en marcha duras medidas para expulsar a migrantes del país. Ha ordenado que se apliquen de manera más agresiva las leyes de inmigración, desatando la fuerza del gobierno federal para encontrar, detener y deportar a los que viven de manera ilegal, independientemente si han cometido crímenes graves o no, pues el inmigrante les quita el trabajo a los estadounidenses”. Esto hace pensar si no debiéramos revisar críticamente los enfoques de planificación y de la gestión urbana en Guatemala. Se tendría que empezar con una planificación regional y urbana que genere desarrollo y produzca empleo.

La planificación regional debe estar en manos de urbanistas, no de “militares”, pues es el establecimiento de planes sectoriales concretos y detallados de los aspectos físicos, económico y social de una región determinada, entendidos como un proceso continuo en función de la interacción sectorial. Está orientado a proyectar un futuro deseado y la manera efectiva de realizarla, cuyo resultado contempla un contexto de equilibrio contingente. Este consta de varias etapas: planeación, diseño urbano, negociación, ejecución, control. Puede ser centralizada o descentralizada; participativa, imperativa o indicativa; estratégica, integral o sectorial; municipal, regional o nacional, prospectiva o coyuntural, tiene como objetivo principal hacer más eficiente las actividades de uso del suelo, la infraestructura y crecimiento de los lugares a través de un área más grande de una ciudad o pueblo. O la contaminación, que afecta el bienestar de la población y en muchos casos va a ser perjudicial para la vida.

Según Arquiplus: El diseño urbano involucra el diseño de edificios, espacios públicos, sistemas de transporte, sistemas viales, (que en Guatemala solo en estos se piensa, obviando su función regional), pues el diseño urbano es el proceso de dar forma, moldear a grupos de edificios, vecindarios completos o ciudades. Se realiza junto a la planeación física en niveles de análisis, como son: la región, el centro urbano, el área urbana y hasta el mismo mobiliario urbano. Dentro de la planificación urbana las plazas son un espacio urbano público, amplio y descubierto como la Plaza de la Constitución (sin árboles), que por su relevancia y vitalidad dentro de la estructura de una ciudad se las considera como salones urbanos. Las hay de múltiples formas y tamaños y construidas en todas las épocas, no hay ciudad que no cuente con una.

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