PLUMA INVITADA

Liderazgo responsable: clave para la unidad en Guatemala

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“Un líder es aquel que conoce el camino, hace el camino y muestra el camino”. John C. Maxwell.
En estos tiempos de turbulencia política en Guatemala, la responsabilidad, integridad y determinación en el liderazgo son más cruciales que nunca. La Nación anhela líderes auténticos, capaces de asumir sus responsabilidades, respetar los compromisos y guiar con el ejemplo. Quisiera profundizar en cada una de las características:

1. Auténtico: se refiere a ser lo que verdaderamente se dice ser. Las evidencias deben darle soporte al discurso, si no solamente son palabras vacías sin fundamento, que engañan y brindan una máscara momentánea, que no es sostenible en el largo plazo. Un líder auténtico es aquel que es genuino, transparente, con intenciones correctas y sin afán de manipulación para lograr un beneficio individual.

2. Capaz: que cuente con las características para ejecutar las acciones que su posición de liderazgo le exige. Ello implica no solo las cualidades profesionales para una buena gestión, sino las capacidades de influir sobre los círculos a su alrededor para que se tomen las decisiones pertinentes con el fin de lograr el resultado. Posiblemente los caminos son incómodos y difíciles, pero no se debe perder de vista el fin último, lograr el objetivo.

3. Ser una guía y un modelo: las personas siguen a los líderes que respetan y que les inspiran confianza. Para brindar una guía, se debe tener claridad de los objetivos, tener una estrategia y ejecutarla, recordando que se requiere la validación de las personas que lo siguen para que se sumen por convicción.

Adicionalmente, yo le quisiera agregar que es imperativo que reforcemos en nuestros líderes la importancia de resguardar los valores y principios que han sostenido a nuestra sociedad. Los líderes deben ser baluartes de estos valores, promoviendo la unidad, el respeto a los derechos del prójimo y la búsqueda del bienestar de todos los guatemaltecos por sobre los intereses netamente personales.

' La fuerza de Guatemala reside en su gente y en los valores que nos unen.

Eduardo Girón

La actual coyuntura política requiere de líderes que cuenten con estas características, de manera que tengan la madurez para abordar las problemáticas de una forma correcta, sin incitación a la división, al caos y al conflicto, como lo hemos experimentado en las últimas semanas. Esta madurez en el liderazgo implica ser receptivo a las críticas y recomendaciones, reconocer errores y rectificar, características inherentes a un liderazgo responsable.

Los líderes deben ser fuentes de inspiración y calma, llamando a la población a la unidad y al respeto mutuo, especialmente en momentos donde la tensión podría escalar a niveles peligrosos. La responsabilidad de guiar a una nación hacia la estabilidad recae en sus hombros.

El liderazgo responsable, sensato y con integridad es indispensable en el ámbito político, pero también para líderes empresariales, religiosos y comunitarios que juegan un rol fundamental dentro de la dinámica de la sociedad.

Como ciudadanos, es nuestro deber exigir líderes íntegros, responsables, con principios y valores y con visión de unidad, conscientes de que son elementos esenciales para el progreso y la estabilidad de Guatemala. Solo a través de un liderazgo comprometido y auténtico la Nación superará los retos actuales, encaminándose hacia un futuro de paz y prosperidad.

Debemos ser vigilantes y exigir un liderazgo que se encuentre a la altura de los desafíos que enfrentamos, recordando siempre que la fuerza de Guatemala reside en su gente y en los valores que nos unen.

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