¡Qué precariedad!

FRANK LA RUE LEWY

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para frenar y apagar el fuego, a pesar de la valiente y tesonera labor de los dos cuerpos de bomberos, que trabajaron arduas horas para contenerlo, pero dejó más de 700 locales en cenizas, lo que afecta la subsistencia económica de muchísimas familias guatemaltecas.

Si tenemos una falta de previsión tan seria y una falta de recursos para responder a una crisis de un incendio urbano, ¿cómo será cuando empiecen los incendios rurales que se repiten cada año y que tampoco son prevenidos? Contamos con la Conred, que hace sus mejores esfuerzos pero sin recursos suficientes para hacer realidad planes de prevención y mitigación de desastres, por lo que pareciera que siempre estamos reaccionando a situaciones de crisis. Lo mismo pasa con las inundaciones y los deslaves periódicos o con terremotos. Este año se anuncia como un año crítico, pues, según el Insivumeh, habrá serios períodos de sequía, lo cual afectará las cosechas sembradas en su fase inicial, pero también anuncia que el total de la precipitación pluvial será la misma que otros años, lo cual pronostica que cuando llueva va a ser torrencialmente, lo que también destruirá las cosechas que hayan logrado sobrevivir y de nuevo tendremos el peligro de derrumbes y deslaves o de pérdida de puentes en las carreteras. Todo esto volverá a provocar también una crisis en la agricultura que agudizará la ya seria crisis alimentaria, sin contar con una reserva estratégica del Estado de granos básicos para poder enfrentarla.

Si ya sabemos todo esto, ¿dónde están los planes de prevención para mitigar los efectos?, ¿qué pasó con la necesidad de una política de manejo de cuencas con planes de dragado y reforestación que permitan evitar el desborde de ríos y lagos, que también sucede anualmente?

¿Por qué se está permitiendo que el cultivo de la palma africana avance en Petén a costa de ir perdiendo el bosque tropical, o la siembra de caña en la franja transversal del norte, región que es de vocación forestal? ¿Será que somos incapaces de sacar las lecciones que nos da tanto desastre natural? ¿Será que seguiremos resolviendo cada tragedia improvisando soluciones y que no somos capaces de reconocer que vivimos en un país bello y maravilloso pero que tiene una alta vulnerabilidad climática y territorial que implica el lograr consensos nacionales para desarrollar políticas de prevención y mitigación de desastres? Esto implica que es más importante proteger al país, sus bosques y ríos, su tierra, su agricultura y la seguridad alimentaria, que permitir iniciativas lucrativas que se basen en la destrucción de nuestro medio ambiente.

Flarue1@hotmail.com

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