Dos pretensiones

RENZO LAUTARO ROSAL

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Eso implica romper con el molde tradicional, donde los comisionados por temores a posteriores acciones penales en su contra, querer taparse con la misma cobija o dificultad para evaluar a profundidad, orientan sus decisiones por la fácil: todos los candidatos tienen reconocida honorabilidad con base en un superficial examen documental. O la resolución final de la CC trae consigo el mecanismo a seguir, o bien las organizaciones sociales salen al paso y proponen a la brevedad los nuevos contenidos de la tabla de gradación que sigue siendo válida, o nos quedaremos en el terreno de las incertidumbres; espacio complejo que puede ser aprovechado por quienes desean echar por la borda el modelo actual para que termine de reinar el desenfreno y la anarquía.

La otra resolución, proveniente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), rompe con el molde del acomodamiento de las decisiones en materia electoral. Poner contra las cuerdas a los partidos, recordarles que el TSE tiene una autoridad real y que la mayoría han transgredido la ley, es un mensaje digno de resaltar. Es lamentable y propio de una burla el mensaje de varios partidos, en el sentido de que van a analizar esa decisión. Una instrucción que corresponde con la ley y con el sentir de la sociedad se atiende, punto.

En ambos casos, puede crearse el escenario del vacío. En el primer caso, la CC podría incorporar en su resolución final el llamado a reforzar las leyes relacionadas con la evaluación del desempeño en el sector justicia; la aprobación de las reformas a la Ley de Carrera Judicial es fundamental. De lo contrario, la resolución no abre posibilidad alguna para mejorar el sistema y retomar el espíritu original de lo que implica postularse.

Pensar que se puede revivir el modelo vigente hace décadas, donde los únicos interesados a cargos públicos eran los “de la foto”, que representaban capacidad e imparcialidad, es impensable. Hoy, los signos del prestigio son otros.

En el segundo caso, el TSE debe mantener el pie sobre el pedal y no caer en las tentaciones de ceder. Concesión significa retroceso. Han colocado la cinta más arriba que sus antecesores y eso solo se puede honrar con contundencia y coherencia.

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