Prensa Libre comienza hoy la publicación de sus ya tradicionales encuestas para conocer la opinión de la ciudadanía respecto del proceso electoral, los temas que lo rodean, la confianza en las instituciones, la credibilidad de los gobernantes y la fuerza de los candidatos que han tenido más exposición pública. En esta ocasión se agregó la actitud de los ciudadanos ante el expresidente Alfonso Portillo.

Comenzamos por agradecer el interés demostrado por muchos ciudadanos por saber cuándo se realizaría esta primera medición y cuántas serán efectuadas. Lo interpretamos como una muestra de confianza en este periódico y una necesidad de tener información confiable, luego de que ha habido varias supuestas encuestas que despiertan muchas dudas y contribuyen a la confusión de los ciudadanos.

Reiteramos que el objetivo de este periódico es contribuir a que la ciudadanía forme sus propios criterios con base en información obtenida con seriedad, sin intereses ni agendas ocultas para persuadir a alguien en favor —o en contra— de un aspirante o de un partido. Consideramos necesario recordarlo, porque por razones electoreras parece haber un plan de desprestigio a cualquier encuesta como un instrumento válido de información, con el objetivo de inducir a confusión y preocupaciones entre el electorado.

Es necesario indicar que en los últimos dos días de la encuesta surgieron inesperados factores derivados de la crisis actual. Sin embargo, debido que se han realizado otras encuestas entre el 2012 y la fecha actual, salen a la vista las tendencias que ya venían marcándose y que se acentuaron en esta última, sobre todo en cuanto a personajes de alto rango político se refiere. Este será el tema de nuestro editorial de mañana.

Se debe insistir en que una encuesta refleja una realidad existente en el momento en que es realizada, y que no necesariamente puede quedar sin cambios, en especial en un período como el actual, cuando las aguas políticas se encuentran agitadas de tal manera.

En esta ocasión solamente nos referiremos a la intención de voto, uno de los temas de mayor interés entre la población, y debe interpretarse como el escenario existente justo antes de la actual crisis interna del Partido Patriota, en cuanto a la salida del candidato Alejandro Sinibaldi y el escándalo que afecta al Gobierno y de manera especial a la vicepresidenta Roxana Baldetti.

Se debe indicar, además, que la intención de voto contenida en esta medición responde muy al principio del banderazo de salida, pero será la base para monitorear a los diversos candidatos. Puede ser que algunos abandonen la lucha, se agreguen otros o que se afiancen. A un plazo mediano, políticamente hablando, se sabrá el efecto real de los abruptos movimientos que ocurrieron en días recientes. Hoy se puede señalar que la razón principal para dar un voto favorable es la oferta de regalos, lo cual es preocupante porque indica que la población no analiza temas de fondo, y demuestra el deterioro al que han llevado al país las prácticas de los partidos en los últimos procesos electorales.