SIEMPRE VERDE

¿Qué queremos?

Magalí Rey Rosa

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Nadie puede echar el tiempo para atrás, dijo Pancho en una entrevista reciente. ¡Cuánta razón! Hoy Guatemala vive un momento crítico. Si no logramos encontrar ahora “eso” que todas y todos los guatemaltecos queremos, no podremos sacar a Guatemala del despeñadero en el que se precipita debido a la corrupción instalada en el centro nervioso de nuestro país. Mientras la ciudadanía sigue encontrándose en la Plaza, y dando una muestra irrefutable de civismo, educación y buen ánimo, se destapan nuevos escándalos de robos descarados, que involucran a funcionarios de gobierno. La indignación ciudadana sube de tono y cada día hay más denuncias, pero se mantienen neciamente las conductas más nefastas. Estamos en medio de una gigantesca red de corrupción, que no empieza ni termina con el gobierno; que mantiene “relaciones comerciales” con muchos socios, a la que parte de la ciudadanía ve como normal. Nuestras instituciones están absolutamente penetradas; extirpar la corrupción será una tarea titánica que compete a todas y todos.

Hoy no tenemos gobierno legítimo, ni instituciones capaces de inspirar credibilidad o confianza en una ciudadanía que se ahoga en rabia y frustración. Las instituciones políticas y sus conductores inspiran vergüenza; y lástima, por pobres de espíritu. Estamos a punto de vernos forzados a escoger una de las 13 opciones políticas, insustanciales y vacías, de los mercaderes que han estado negociando con los bienes de Guatemala desde hace tanto tiempo. Pero no podemos aceptar las reglas de juego de un sistema que está secuestrado por agentes a quienes no les interesa el bienestar del pueblo de Guatemala. No podemos obedecer las leyes cuando estas nos condenan. Seguir por la vía de los mercaderes de la política es suicidio y necedad. No importa quién llegue; ninguno conducirá a Guatemala por el camino necesario para que reinen la justicia, la armonía y el bienestar general. En estas condiciones no queremos elecciones.

Necesitamos hacer acopio de toda la decencia, la inteligencia y la creatividad de las y los mejores guatemaltecos, para entender la peligrosidad del momento y encontrar la manera de salir airosos y unidos de esta difícil prueba.

Primero, lo primero: ex-presidente Pérez ¡fuera! Necesitamos espacio para construir un Estado de Bienestar Colectivo, algo que usted y los dueños de los partidos políticos no entienden.

Quería terminar este artículo con la lista de las demandas/reformas mínimas que debemos exigir para poder avanzar en la reingeniería de Guatemala, pero el asesinato de Pancho Palomo me obliga a manifestar mi profunda indignación y repudio ante esa práctica tan espantosa, que sigue enlutando a tantos hogares guatemaltecos. No hay absolutamente ninguna justificación para el asesinato. Y me permito copiar esta atinada frase del muro de un amigo en féisbuk: “La vida humana es sagrada. Cuando alguien muere violentamente, todos —como sociedad— morimos un poco con aquel que nos dejó”. ¡Descansa en paz, Pancho! Ojalá tu familia encuentre fuerza para seguir adelante y fortaleza para perdonar.

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