CATALEJO

Representatividad de las elecciones

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A CUATRO DÍAS DE LA SEGUNDA vuelta electoral, se acrecienta la creencia de calificar a quien gana como el beneficiado de la voluntad mayoritaria de la ciudadanía. Eso no es cierto en el caso de Guatemala, porque a causa de ser la votación un derecho y no una obligación, por tanto con castigo legal, como ocurre en otros países, queda abierta la puerta a la posibilidad de la ausencia de las urnas como resultado de falta de voluntad del ciudadano. La segunda vuelta reduce el número de votantes y no ha tenido participación mayoritaria. Por ello, los porcentajes obtenidos se refieren a cifras reducidas por el ausentismo voluntario, los votos nulos y blancos y, esta vez, por el largo temporal instalado en todo el territorio nacional.

ES SIGNIFICATIVO BUSCAR en los datos de otras elecciones cuál es el porcentaje del total de ciudadanos y del total de ciudadanos inscritos, pero se vuelve una curiosidad histórica o un dato útil para analizar causas de la actuación de los votantes en este período de democracia electoral. Me parece mejor analizar lo ocurrido el 6 de septiembre, por su cercanía y porque marcará la ruta del país por los próximos cuatro años.

Primera vuelta
Inscritos:    7,556.   100% 
Emitidos:   5,390     72%   de    7,556
Nulos, blanco 495    10%   de    5,390
Morales      1,167     21%   de    5,390 
Torres           967     18%    de    5,390
Otros          2,850     69%    de   5,390
(Fuente: TSE. Cifras en miles) 

LOS PORCENTAJES SON cada vez mayores porque corresponden a cifras menores, conforme se van restando el ausentismo y los votos nulos o en blanco. La idea es solo considerar los votos válidos, pero cuando llega a ser una cifra menor al 50%, se convierte en minoría, y entonces quien gana obtiene la mayoría de una minoría, por lo cual sigue siéndolo. Así, en Guatemala los mayores de 18 años son 9,783 millones, pero están inscritos 7,556 millones (un 29% menos). De esta cifra, participan 5,390, el 71% de los 7,556, y a ello aún se le reducen los nulos o blancos. En resumen, son 4,894 y equivalen al 65% del total de ciudadanos con posibilidad de votar.

LAS PREDICCIONES MÍAS para la segunda vuelta electoral, basadas tanto en datos históricos como en posibilidades, son las siguientes:

A) Ausentismo de 20% (promedio de las elecciones anteriores)  

-20%:           4,312  80%     de 5,390    
-10% nulos  3,880  72%     de 5,390
Mayoría:     1,940   36%     de 5,390
                               a 25%   de 7,556

B) 20% adicional de ausentismo a causa de desinterés o de las muy posibles lluvias
                       3,234   60%    de 5,390
-10%  nulos    2,910   54%    de 5,390
 Mayoría:       1,455   27%    de 5,390
                                  (19%   de 7,556)

 

A ESTAS CANTIDADES hay necesidad de eliminarles un 29% adicional, porque el total de guatemaltecos mayores de 18 años de edad alcanza 9,700, es decir un 29% superior al número de ciudadanos inscritos en el padrón electoral. (Proyección propia)

LAS CIFRAS PARA poder lograr la mayoría son reducidas: fluctúan entre 1.9 millones y 1.4 millones de votantes. Tales números suenan muy impresionantes y en cierto modo lo son. Sin embargo, al compararlos con la totalidad se vuelven modestos, talvez demasiado, sobre todo porque al compararlos con la totalidad de ciudadanos, apenas significan entre el 19 y el 14% del total de guatemaltecos mayores de 18 años. Eso debe recordar a quien gane la Presidencia: entre el 81 y el 86% de los guatemaltecos no quisieron votar a su favor para ayudarlo a alcanzar la primera magistratura de la nación, lo cual incluso podría aumentar como resultado del pésimo clima de los últimos días. Si a eso se agrega la indudable y estrecha vigilancia de los ciudadanos, su puesto no estará en un lecho de rosas, sino solo de sus espinas.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.