CON NOMBRE PROPIO
Secuestro y prisión
Alberto Fuentes Mohr fue uno de los dirigentes políticos más importantes del país y su testimonio conviene que se conozca, sobre todo a luz de lo que puede representar el aniversario reciente de la firma del último de los acuerdos de paz. La juventud debe enterarse de lo que acá pasó, con el objeto de no repetir ese pasado. Alberto Fuentes Mohr legó un libro titulado Secuestro y prisión, el cual debería ser material para patojos de secundaria y así enseñar un contexto histórico necesario.
El libro comienza con el relato del viernes 27 de febrero de 1970, cuando el autor fungía como canciller del gobierno de Julio César Méndez Montenegro y recibía, por primera vez en la historia, a Observadores de la OEA instruidos para estar presentes en las elecciones a celebrarse el 1º de marzo. Esa noche, al salir de Palacio Nacional, en ruta a su casa el doctor Fuentes Mohr fue secuestrado por un comando guerrillero de las FAR. A cambio de su liberación se exigía la entrega de un jefe guerrillero. El doctor Fuentes dejó patente explicación de cómo, en momentos, temió por su vida.
El canje se practicó, el detenido salió a México y el mismo día de elecciones el canciller fue liberado. En el libro se narra cómo los guerrilleros imbuidos en la teoría marxista y violenta de la época le reprimían al doctor Fuentes (de pensamiento social demócrata) no estar inmerso en la lucha insurgente y cómo él rechazaba esa idea.
Las elecciones las ganó Arana y el radicalismo triunfó. Antes de la toma de posesión (1º de julio de 1970) tuvieron lugar dos secuestros más; el primero, el 6 de marzo, de Sean Holly, agregado laboral de la Embajada de los Estados Unidos; y el segundo, el 31 de marzo de 1970, del Conde Karl von Spreti, embajador de Alemania. El primer secuestrado obtuvo su liberación, de nuevo por medio de canje; el segundo fue asesinado bajo resguardo guerrillero, al no poder el Gobierno acceder a lo exigido, y así se escribió una de las páginas más negras de la historia —dos años antes se había asesinado al embajador de Estados Unidos en plena Avenida de La Reforma—. El propio canciller hubo de dar cuentas del secuestro y asesinato a la comunidad internacional —en Latinoamérica fueron varios los secuestros de este tipo—.
En horas de la noche del 13 de noviembre de 1970, ya en la oposición el doctor Fuentes Mohr, la Policía lo capturó de su propia casa y con grosera intimidación intentó huir, pero lo apresaron en la casa vecina y solo pudo indicarle, con buen tino, a su esposa, en idioma francés, que llamara a los diputados del Partido Revolucionario. En principio existió “intención de desaparecerlo”, pero por presión nacional y extranjera, tras horas de incertidumbre, se informó del centro de detención oficial donde estaba. Cuatro días después fue liberado, pero con esa libertad también un obligado exilio. El doctor Fuentes había sido electo secretario general del Partido Revolucionario, y eso no agradó al régimen.
Alberto Fuentes Mohr fue asesinado el 25 de enero de 1979, siendo diputado por Quetzaltenango, frente a la Antigua Escuela Politécnica, en plena Avenida de La Reforma y a mediodía, durante el gobierno de Romeo Lucas. Su vida es el intento de participar dentro de la legalidad, porque cuando ganó la vicepresidencia con Ríos Montt, en 1974, un fraude le impidió asumir.
La libertad de Alberto Fuentes Mohr fue violentada por la izquierda y derecha radicales. El autoritarismo no tiene color. Vivimos en un país donde disentir significó secuestro y prisión; eso no puede repetirse.
@Alex_balsells