ALEPH
Un país sin presidente
Después del último discurso de Otto Pérez Molina, una cosa queda clara: antes teníamos un presidente sin país, ahora tenemos un país sin presidente. Hemos ganado conciencia ciudadana, lo cual nos permite afirmar que quien hoy ocupa la silla presidencial lo hace sin legitimidad y decencia alguna. Es más, es motivo de inestabilidad. Y si bien es en parte cierta la responsabilidad histórica de tantos empresarios en los ámbitos de la corrupción, la falta de transparencia y la injusticia social, como él mencionara en su discurso, tenemos que recordar que quien asume la responsabilidad constitucional de gobernar en representación de las mayorías es quien llega al Gobierno.
Son las personas que hacen gobierno, comenzando por presidentes y vicepresidentes, quienes tienen la primera responsabilidad de impedir que algunos corruptos les unten las manos. Porque yo lo que entiendo es que las empresas no son hermanas de la caridad ni organizaciones filantrópicas, sino expresiones del capitalismo más bestial que se vive hoy. Ojo, que esto no excusa a los empresarios y al hecho de que sean ellos quienes ponen y quitan presidentes, solo digo que quienes llegan al poder asumen, por ley, el compromiso del buen gobierno frente a la ciudadanía.
Hoy será otro día histórico para Guatemala. Estudiantes, grupos ciudadanos, organizaciones y personas de todo el país irán al paro para pedir la renuncia del presidente, para pedir justicia y que se suspendan las elecciones, entre otras demandas. Razones, nos sobran. Y mientras nosotros estamos dialogando, reuniéndonos y saliendo a las calles a exigir lo que cualquier ciudadano consciente pediría en cualquier país civilizado del mundo, hay cosas que se siguen moviendo en sentidos muy oscuros. En río revuelto…
Por ejemplo, hace poco recibí una resolución del Tribunal Supremo Electoral (la 185-2015) que dice literalmente en uno de sus párrafos: “… este Tribunal RESUELVE: I) Los ciudadanos que se encuentren empadronados al seis de junio del presente año y que por cualquier circunstancia, no cuenten con el Documento Personal de Identificación, podrán ejercer el sufragio presentando la constancia vigente de reposición de dicho documento, extendido por el Registro Nacional de las Personas (Renap)”. ¿Llegar con ese papelito a las elecciones no podría leerse como parte de un fraude, aquí y en la Patagonia? Si sumamos esta a tantas irregularidades más que hemos venido señalando, yo no entiendo cómo todavía hay quienes irán a votar.
Otro ejemplo de por qué ir al paro, además de los muchos que tenemos, es que llama la atención quiénes están ocupando (y con qué velocidad) los puestos que los funcionarios de este gobierno han dejado. El nuevo ministro de Economía y el nuevo titular del Pronacom están directamente relacionados con el mundo de las Telecomunicaciones en el país. ¿Si uno de ellos había hasta despotricado contra el presidente y pedido su renuncia, por qué la decisión de estar allí un tiempo? ¿Será que veremos novedades en el tema de la TV digital y la Banda Ancha, entre otras? Allí es donde tenía un pedacito de razón el señor Pérez Molina, pero ¿quién les abre la puerta y pone la mano? ¿Quién tiene que rendir cuentas primero?