Victoria en una importante batalla
Varias son las interrogantes que surgen como consecuencia de este hecho. La primera se refiere a la efectividad que tengan los controles de la cárcel adonde sea enviado, habida cuenta de la forma relativamente fácil con la cual escapó, escondido en un vehículo penitenciario, lo que obliga a pensar en una acción posibilitada por su enorme fortuna, imposible de calcular a causa del secreto que rodea a la organización criminal que ha dirigido dentro y fuera de las cárceles donde ha sido recluido.
La segunda interrogante se refiere a si continuará al mismo nivel la colaboración entre las autoridades mexicanas y estadounidenses para el combate de los narcotraficantes. La gravedad de sus acciones delictivas obliga a que dichas actividades conjuntas no solo continúen siendo realizadas, sino aumenten, debido a la magnitud de las operaciones necesarias para enfrentar con éxito al narcotráfico y ganar otras batallas en la larga, sangrienta y dolorosa guerra contra los narcos.
Los números y hechos que rodean el caso de Guzmán son impresionantes ejemplos de hasta dónde puede llegar la fuerza de los capos de la droga. Su campo de acción alcanza Estados Unidos, América Latina y el Cercano Oriente. En México tiene o controla un territorio equivalente a la mitad de la superficie de Guatemala, donde en 1993 fue capturado por las autoridades guatemaltecas y entregado a México, que lo condenó y trasladó a una cárcel de máxima seguridad, de la cual ocho años después escapó e inició su etapa de prófugo, que terminó el viernes.
Informes de la prensa internacional acerca de este narcotraficante indican que se dedica a producir, traficar y vender mariguana, heroína, cocaína y metanfetamina, y que controla el 45% de la droga que pasa por territorio mexicano, así como el 25% de la totalidad de los narcóticos consumidos en el territorio estadounidense, donde tiene acusaciones en San Diego, California, y en Chicago, ciudades que reclaman su traslado para que sea juzgado en ambas.
Es evidente que una captura como la de Guzmán provoca cambios y reacomodos en las estructuras criminales que controlan el mercado de las drogas ilegales. Al haberse convertido Guatemala en un lugar de gran importancia para esto, es importante que las autoridades guatemaltecas soliciten y hagan su mejor esfuerzo por crear o mantener acciones conjuntas para esta lucha, en la que la capacidad de armamento y de organización superan con creces a las del Estado de Guatemala. Es momento también de reconsiderar la actual posición guatemalteca a favor de la legalización de la mariguana.