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Inestabilidad en región alejaría a inversionistas

Centroamérica vive una inestabilidad política y económica que podría tener efectos a corto plazo en la certeza jurídica, las inversiones y, en general, en el clima de negocios, con un efecto negativo más para la población.

La pandemia es uno de los factores que sumado a desencuentros del gobierno con algunos sectores contribuyen a tener un clima que ahuyentaría la inversión, opinan expertos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La pandemia es uno de los factores que sumado a desencuentros del gobierno con algunos sectores contribuyen a tener un clima que ahuyentaría la inversión, opinan expertos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Una de las principales preocupaciones es que la región no pueda aprovechar al máximo la captura de inversión extranjera con el rompimiento de las cadenas productivas a escala global para acercarse al principal mercado, que es Estados Unidos, y que sean otros bloques económicos los que puedan obtener esos resultados derivado de la deprimente situación política-económica.

Por otro lado, se ha agravado las diferencias entre gobernantes y gobernados como el resultado del manejo de la pandemia; un excesivo aumento de la deuda pública y mayores niveles de déficits fiscales. También hay una mayor percepción de corrupción y debilidad institucional e involucramiento de grupos en actividades ilícitas con principales dirigentes políticos.

Además, que los países de la región han presentado tensiones con Estados Unidos con la llegada de la administración Biden-Harris; por otro lado, se ha publicado un listado de personas en la denominada lista Engel.

A criterio de expertos consultados por Prensa Libre, en Centroamérica se vive una “desconfianza generalizada” que tarde o temprano pasará la factura.

Diagnóstico

Marcel Arévalo, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), comentó que hay una situación en particular de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua; mientras en Costa Rica se mantiene ajena a la dinámica político-social del resto, pero desde la perspectiva económica cuenta con sus propios problemas y diferencias marcadas históricamente.

Precisó que al analizar el caso de los problemas, políticos, sociales y económicos de la región se puede observar cómo se ha deteriorado el ámbito político, la relación de las políticas públicas, y todos están sufriendo está situación que se ha agudizado con la pandemia, que a un no termina de visualizarse en cuanto a sus efectos y llegará a afectar.

El otro factor que afecta a la región, subraya el investigador, es lo relativo a la corrupción, y no se sabe “cuanto más agudo se expresa”, y todo esto lleva a un extremo deterioro de las condiciones que se está empujando a tensiones entre gobernados y gobernantes, que no anuncia nada bueno, sino a situaciones de mayor conflictividad, y es un momento “verdaderamente preocupante”.

Por otro lado, Arévalo, reconoce que la “salida de la crisis” no están visibles aún, y es un llamado a la conciencia y reaccionar.

Óscar Erasmo Velásquez, exviceministro de Economía, declaró que para superar las diferencias ante la creciente inestabilidad, el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), debería ser el canal de convocatoria de todos los gobiernos para iniciar procesos de diálogo y que puedan ser monitoreados por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Sugirió que derivado de la representación del SICA en cada país, se puede crear una comisión apoyada por la OEA para convocar a los sectores políticos, económicos y sociales para iniciar con ese proceso.

Mensajes para inversionistas

Juan Pablo Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana (AmCham), afirmó que Centroamérica presenta atractivos de inversión muy importantes, sobre todo ahora en esta coyuntura global como destino, pero al hacer una evaluación en términos generales hay muchas similitudes.

“Hay una gran oportunidad para aumentar la inversión y el comercio con EE. UU., y por situaciones internas no se está sabiendo aprovechar, y estamos observando como los capitales se están concentrando en México o en otros países de Sudamérica, y únicamente el beneficio por este crecimiento de la economía estadounidense es por remesas y en el incremento de precios de las materias primas que es un aprovechamiento accesorio”, precisó Carrasco.

Reiteró que Centroamérica no cuenta con la suficiente capacidad para atraer capitales frescos, por muchos factores entre ellos la percepción de la corrupción, falta de desarrollo de infraestructura, incluso por tensiones en relaciones bilaterales con EE. UU., falta de acceso a financiamiento, entre otras, que se deberían de estar activos para poder aprovechar esta tendencia del acercamiento de las cadenas productivas globales.

Carrasco mencionó que no se están percibiendo mayores inversiones que generen fuentes de empleo sobre todo para el área rural de Centroamérica.

Arévalo, señala que el inversionista extranjero y local, siempre tiende a abstenerse cuando existen situaciones de crisis o de riesgos precisamente por la ausencia de una certeza política-jurídica, lo que hace que el capitalista tome sus precauciones y lo haga un ámbito más certero y con futuro.

En todo caso, anticipa que habrá una contención de las inversiones en la región.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.