El objetivo de los comedores sociales es brindar a la población vulnerable acceso a la alimentación mientras dure su situación de vulnerabilidad o crisis. Estos se instalan en ubicaciones próximas a centros hospitalarios, estaciones de buses, guarderías o centros educativos públicos y, en caso de emergencias climáticas o conflictos sociales, en albergues o centros de atención habilitados.
Los alimentos se proporcionan sin costo con el fin de que cualquiera acceda a ellos, aunque a todas luces su capacidad de cubrir a la totalidad de personas que padecen inseguridad alimentaria es limitada.
Se implementaron en 2008, durante el período de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y a partir de ahí las distintas administraciones le dieron seguimiento. El actual gobierno le incrementó el presupuesto. Arrancó con 18 comedores sociales y los aumentó a 58.
El actual ministro de desarrollo Raul Romero asegura que el programa facilita el alimento a personas vulnerables y para ello instalan los comedores en áreas con mayor vulnerabilidad. Romero comenta que para su ubicación no importa si el alcalde del municipio forma parte del partido oficial o no, aunque para expertos esto no es suficiente evidencia que descarte el uso clientelar del programa.