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Regresa con muestras de asteroide

El conocimiento de esta roca espacial también podría ser útil si la Tierra alguna vez necesitara defenderse del asteroide.

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El contenedor de muestras de la nave OSIRIS-REX fue sellado para su regreso. (NASA/Goddard/Universidad de Arizona/Lockheed Martin)

El contenedor de muestras de la nave OSIRIS-REX fue sellado para su regreso. (NASA/Goddard/Universidad de Arizona/Lockheed Martin)

Tras más de dos años de visitar un asteroide, una nave espacial de la NASA se dirige a casa. Los científicos están ansiosos por tener en sus manos los souvenirs que traerá de regreso.

El 10 de mayo, la nave espacial OSIRIS-REX, a unos 290 millones de kilómetros de distancia, encendió sus propulsores durante 7 minutos para alejarse de Bennu, un asteroide de unos 400 metros de ancho.

“El fuego estaba justo en el medio”, dijo Jason Dworkin, científico de proyectos de la misión en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Maryland. “Se ve perfecto”.

La partida de la sonda robótica, alejándose a unos 965 kilómetros por hora, significa que los científicos están cada vez más cerca de realizar estudios detallados de muestras de asteroides prístinas en sus laboratorios.

“Estamos muy emocionados por eso”, dijo Dante Lauretta, profesor de Ciencia Planetaria en la Universidad de Arizona.

Dentro de dos años, tras un viaje de 2 mil 200 millones de kilómetros que girará alrededor del Sol dos veces, OSIRIS-REX alcanzará la Tierra. La nave espacial principal no aterrizará, pero dejará caer una cápsula con valiosos trozos de Bennu que ha recolectado, probablemente medio kilo de tierra y escombros. La cápsula de 80 centímetros de ancho aterrizará el 24 de septiembre de 2023 en el desierto de Utah.

La agencia espacial japonesa realizó una misión similar, Hayabusa2, que visitó un asteroide diferente, Ryugu, y también tomó un poco de roca y tierra. Dejó caer sus muestras en medio de Australia en diciembre, y científicos han empezado a examinarlas.

Al estudiar los asteroides —trozos de roca que nunca se fusionaron para formar un planeta— los científicos esperan comprender mejor los inicios del sistema solar hace más de 4 mil 500 millones de años.

Aunque pedazos de asteroides han caído en la Tierra en la forma de meteoritos, esas rocas se derriten en el exterior y los minerales del interior a menudo son alterados por el agua después de llegar a la Tierra. Los científicos planetarios por lo regular no saben en qué asteroide se originaron.

Pero con las misiones OSIRIS-REX y Hayabusa2, los científicos saben exactamente de dónde provienen las muestras.

Los asteroides que golpearon la Tierra en los primeros días del sistema solar podrían haber traído muchas de las moléculas basadas en carbono que se necesitaban como piezas fundamentales para que surgiera la vida.

“Es probable que haya mucha química de carbono capturada en esos compuestos que no hemos podido investigar antes”, dijo Lauretta.

El conocimiento de esta roca espacial también podría ser útil si la Tierra alguna vez necesitara defenderse del asteroide. Bennu pertenece a un grupo conocido como asteroides cercanos a la Tierra porque sus órbitas cruzan la de la Tierra.

A fines del próximo siglo, Bennu pasará cerca de la Tierra. La NASA calcula una ligera probabilidad, mas no nula —de una en 2 mil 700— de que Bennu golpee la Tierra entre los años 2175 y 2199 con la energía de más de mil millones de toneladas de TNT, un cataclismo que podría matar a millones de personas.

Luego de que OSIRIS-REX deje las muestras, su viaje podría continuar. Una nueva trayectoria podría llevarlo al asteroide Apophis en abril de 2029.

2021 The New York Times