Ciencia

|

Suscriptores

La comercialización de la energía de fusión podría estar cerca

Durante mucho tiempo, se ha apuntado a la energía de fusión como una de las tecnologías más importantes necesarias para combatir los efectos del cambio climático.

|

 Bob Mumgaard es CEO de Commonwealth Fusion Systems, que ha empezado a poner a prueba imanes potentes. (Tony Luong para The New York Times)

Bob Mumgaard es CEO de Commonwealth Fusion Systems, que ha empezado a poner a prueba imanes potentes. (Tony Luong para The New York Times)

Una start-up fundada por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) dice que se está acercando a un hito tecnológico que podría llevar al mundo un paso más cerca de la energía de fusión, que tiene décadas de eludir a los científicos.

Los investigadores del Centro de Fusión y Ciencia del Plasma de MIT e ingenieros de la empresa Commonwealth Fusion Systems han comenzado a poner a prueba un imán extremadamente poderoso que se necesita para generar calor inmenso que luego puede ser convertido en electricidad. Abriría las puertas a lo que creen que con el tiempo podría ser un reactor de fusión.

Durante mucho tiempo, se ha apuntado a la energía de fusión como una de las tecnologías más importantes necesarias para combatir los efectos del cambio climático porque podría generar una gran cantidad de energía limpia y barata. Pero los científicos aún no han creado sistemas de fusión que generen más energía que la que consumen.

Al igual que la energía de fisión nuclear tradicional, que divide los átomos, la energía de fusión no consumiría combustibles fósiles y no produciría gases de efecto invernadero. Sería más deseable que la fisión nuclear porque su combustible, generalmente isótopos de hidrógeno, es más abundante que el uranio utilizado por las plantas nucleares actuales, y porque las plantas de fusión generarían menos desechos radiactivos.

Más de dos docenas de empresas privadas en Estados Unidos, Europa, China y Australia y consorcios financiados por el Gobierno están invirtiendo fuertemente en esfuerzos para construir reactores de fusión comerciales. La inversión total de personas como Bill Gates y Jeff Bezos se acerca a los 2 mil millones de dólares.

El nuevo imán de Commonwealth, que será uno de los más potentes del mundo, será un componente crucial en un reactor de fusión nuclear compacto conocido como Tokamak, un diseño que emplea fuerzas magnéticas para comprimir el plasma hasta que está más caliente que el Sol. El reactor parece un frasco en forma de dona rodeado de imanes.

Los ejecutivos de Commonwealth Fusion afirman que el imán es un avance tecnológico significativo que hará que los diseños Tokamak sean comercialmente viables por primera vez. Dicen que aún no están listos para probar su reactor prototipo, pero los investigadores están terminando el imán y esperan que esté en funcionamiento para el 2025.

Los científicos de Massachusetts esperan este mes demostrar un campo magnético que es casi el doble de la fuerza de los imanes previstos para su uso por un consorcio global de la Unión Europea y otros seis países que está ensamblando un reactor en Cadarache, Francia. El consorcio espera comenzar a generar electricidad en el sitio en el 2035.

“Si tienes un campo magnético mucho mayor, puedes tener un tamaño mucho más pequeño”, dijo Bob Mumgaard, un físico del plasma que es el director ejecutivo de Commonwealth. Dijo que si fuera posible construir un dispositivo de sólo una quincuagésima parte del tamaño del reactor planeado en Francia —que será aproximadamente del tamaño de un campo de futbol— podría generar casi la misma energía.

El imán de Commonwealth será uno de los 20 utilizados para crear un recipiente en un espacio aproximadamente del tamaño de una cancha de tenis. Este año, Commonwealth estableció un sitio de 19 hectáreas en Devens, Massachusetts, donde construirá su reactor prototipo y una fábrica para los imanes.

Commonwealth, que ha recaudado más de 250 millones de dólares y tiene 150 empleados, recibió un impulso significativo el año pasado cuando los físicos del Centro de Fusión y Ciencia del Plasma de MIT y la compañía publicaron siete artículos revisados por pares en el Journal of Plasma Physics explicando que el reactor funcionará de acuerdo a lo planeado.

Lo que queda por demostrar es si el reactor prototipo Commonwealth puede producir más energía de la que consume. La compañía espera que su prototipo produzca 10 veces la energía que consume.

Daniel Jassby, físico del plasma jubilado de la Universidad de Princeton, ha escrito ensayos críticos sobre el potencial comercial de la energía de fusión. Varias de las compañías aún no han demostrado que sus tecnologías generen reacciones de fusión. Argumenta que es poco probable que las nuevas tecnologías de fusión produzcan energía eléctrica barata.

“Sus afirmaciones son injustificadas”, dijo Jassby.

Mumgaard dijo que, a diferencia de otras fuentes de energía, la fusión crearía energía en gran medida sin un recurso.