“Su influencia fue el rock and roll; tocaba guitarra, bajo, batería y cantaba temas de los Rolling Stones, Led Zepellin, AC/DC, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, pero sobre todo de Presley”, dice su hijo, a quien Danny nombró Elvis. Y es que, la influencia del músico en su vida se remonta a 1958, cuando los sonidos de un acetato de este músico lo hicieron bailar cuando apenas tenía 3 años.
“Presley se convirtió en su ídolo de inmediato. Danny estaba pendiente de cada aniversario del fallecimiento de este músico y se tomó la tarea de mantener esa leyenda viva”, recuerda Pedro Sandoval, quien fue su amigo desde hace 25 años.
A los 13 años, con dos de sus amigos e influenciado por una banda llamada Los traviesos, Danny se adentró en el mundo musical. “Lo que empezó como juego se convirtió en su profesión”, añade su hijo. Fue al salir del Instituto Adolfo V. Hall, cuando Danny encarnó en todo su apogeo a Elvis. “Luego de graduarse, lo más fascinante para mi papá fue dejarse su cabello largo y adoptar un estilo de vida influenciado por el rock and roll, que conservó hasta su último día”, explica su hijo.
Al final de la década de 1970 y con una banda formal, plasmó su rock en bares de la época como El concierto de los 60’s, en los Capitol.
La casa de Elvis
Además de su pasión músical, le gustaba la cocina. Por eso decidió, en 1985, trabajar en La Marinera, un negocio de mariscos con un concepto diferente: tenía música en vivo. Tres años después montó Danny’s, y ahí logró impregnar la esencia del rockabilly, característico de Memphis, en escenarios guatemaltecos. Desarrolló un show muy completo de Presley, pero con su sello, en el cual incluía bromas propias del país o hacía las letras pícaras y divertidas. Esto lo llevó a ganarse el mote de Elvis de Guatemala.
Always on My Mind o Jailhouse Rock nunca faltaron en su repertorio, pero Danny siempre terminaba su show con My Way, de Frank Sinatra. “Quizás lo hacía porque es un tema que encajaba muy bien con su forma de vivir: con energía, alegría y muy a su manera”, explica su hijo. También fue un apasionado de los deportes. “Fue fanático de Bruce Lee, y por eso estudió karate; además practicó futbol y baloncesto.
Aunque Danny’s cerró hace nueve años y su dueño dejó la música hace seis, su mística sigue latente en muchos. “Para mí, él siempre será el Elvis de Guatemala”, dice su hijo.
La música del que muchos le llamaron “mi fiel amigo” el día de su funeral dejó de sonar en la tierra pero su leyenda como el Rey del Rock and Roll en Guatemala, seguirá latente.
Elvis de guatemala
Nació en Guatemala el 19 de febrero de 1955, en el seno de una familia judía.
Su primera esposa fue Julia Verónica Pellecer Rodríguez, con quien tuvo tres hijos: Elvis, Michelle y Allan.
Con su segunda esposa, Glenda Bojórquez, procreó a Kristel, Dayana, Danny.
Su tercera pareja fue Aleyda Beteta, con quien engendró a Andy Lee Steven Katsumoto.