“Nuestro futuro no está asegurado, y mas bien lo que vamos a hacer es corregir permanentemente o adaptarnos a los peligros o amenazas que se vienen encima y para los cuales no hay solución perfecta”, dice el ingeniero matemático chileno Álvaro Fischer, quien visitó el país en febrero último para disertar la conferencia El impacto del viaje del Beagle en el pensamiento de Darwin, y la disrupción intelectual que introdujo en el paisaje intelectual humano, con motivo del 207 aniversario del nacimiento del padre de la evolución.
La actividad se llevó a cabo en la Universidad Francisco Marroquín.
En esta entrevista habla sobre las bases de la Teoría de la Evolución, que constituyeron una contradicción de las ideas religiosas en su momento, así como del concepto actual de esta y de qué manera continuará su desarrollo.
¿En qué sentido la teoría de Darwin fue una disrupción intelectual en su momento?
Cuando Darwin propone la idea de selección natural, mecanismo detrás del proceso de especiación y de la apertura de los distintos organismos vivos a partir de las formas primitivas de vida, en El origen de las especies (1859), se dio cuenta de que no se necesitaba de la presencia de un Dios para que ocurriera, que no tiene un propósito que lo guíe y que no hay un cerebro central que lo organice. Todo lo que uno observa en el mundo, el diseño y color de las flores o la perfección del ojo, no son el resultado de un diseño inteligente de un creador. Obviamente, esa idea iba a producir una disrupción en la sociedad, en principio con su esposa, Emma, quien era muy creyente.
Por tanto, los seres humanos no somos una especie única sino una más que surgió de sus antecesoras.
Subsisten y se preservan aquellas formas de vida que justamente puedan sobrevivir y reproducirse; las que no lo logran comienzan a desaparecer y lo hacen de manera descentralizada; no por instigación de alguna mente superior.
La teoría de Darwin, ¿dejó de ser teoría?
Depende. Si es una teoría como una idea que alguien tiene en la cabeza, que podría ser y que podría no ser, en ese sentido no dejó de ser una teoría. La ciencia siempre es tentativa, todas las afirmaciones que los científicos hacen no son absolutas. Mientras no se encuentre un ejemplo que la invalide, en ese sentido sigue siendo una teoría. Si un día nos damos cuenta de que la ley de gravitación universal no ocurre, tendríamos que crear una explicación distinta.
¿En esta teoría el hombre se diferencia de otras especies por tener conciencia?
En la Teoría de la Evolución los seres humanos tienen conciencia, pero lo que no sabemos o intuimos es que hay otros animales que tienen otros tipos de conciencia que bien no pueden ser iguales a los nuestros.
Por ejemplo, se han hecho experimentos en los que ponen frente a un espejo a chimpancés para que vean su imagen. Cuando se duermen, les pintan un punto rojo en la frente, y luego hacen que se miren de nuevo al espejo, y se dan cuenta de que lo que ven ante ellos es la representación de sí mismos, que podría simular un tipo de conciencia. La forma en que se manifiesta en nosotros es más compleja y distinta.
Respecto del alma, la teoría no deja espacio alguno a esta. Los sentimientos, los pensamientos, el procesamiento de información o los dolores surgen en la biología contemporánea sobre un sustrato natural que es el sistema nervioso central. Si no hay cerebro, no hay dolor o pensamientos. No tenemos ninguna manera científica de darle validez a la hipótesis de que exista un alma.
¿Evolucionará físicamente el ser humano?
Una vez se origina una especie queda como tal y no está en afán evolutivo, a menos que por alguna razón a lo largo de los siglos o milenios se vea enfrentada a condiciones del entorno que hagan que cierto grupo de ella se separe y se transforme en otra.
Los seres humanos y nuestros antecesores del genus homo nos transformamos en bípedos, en vez de ir en cuatro patas, porque seguramente nos tocó vivir en lugares en los que era mejor estar de pie y había que caminar más.
Ahora estamos construyendo elementos tecnológicos que nos permiten vivir de la manera como vivimos. No nos vamos a transformar genéticamente, sino que nos vamos a incrustar elementos tecnológicos que nos permitan funcionar de mejor manera, como chips en el cerebro. Quizás haremos cierta manipulación genética, como eliminar genes que producen afecciones.
La gran cantidad de comida chatarra que nos hace engordar nos hace morirnos antes, desarrollar diabetes y otras enfermedades que nos complican la sobrevivencia.
Guerras, plagas o cambio climático, ¿son parte de la selección natural en el que solo el más apto sobrevive?
La evolución se va a dar en la manera cómo adaptamos las capacidades que tenemos a los nuevos problemas que enfrentamos; por ejemplo, cómo lograr alimentar a toda la población de la Tierra. Es un problema de adaptación, no genético. Nuestra lucha por sobrevivir nos llevará a corregir de manera permanente factores como el cambio climático.
Los seres humanos somos una especie cooperadora, a pesar de que somos competidores. Estamos modificando el entorno en el que vivimos que puede ser, incluso, dañino, para nosotros. Nuestra vida transcurrirá resolviendo problemas como bacterias, parásitos o virus.
En Inglaterra comenzaron hace poco a modificar embriones humanos, ¿qué opina sobre la clonación?
No tengo problema con la clonación humana, pero no creo que a mucha gente le interese clonarse. No tengo objeción desde el punto de vista moral, pero no me parecería buena idea, porque creo que le produciría, tanto al individuo que se clonó como al clonado, una incomodidad general, al tratar de mirarse a sí mismos, si se parecen o no y no produciría un relación sana.
No soy partidario de prohibirla, soy bastante liberal en esa materia.
¿Cree que exista vida en otros planetas?
Es posible que sea así, pero no sabemos el tipo ni el nivel de organización o complejidad que esa vida tenga, si está basada sobre los mismos elementos de la Tierra, como carbonos, proteínas o ácidos nucleicos, o sobre otro tipo de sistema replicador que permita construir otros elementos. No tengo una convicción formada al respecto.
¿A dónde nos llevará la evolución cultural?
La evolución cultural nos va a llevar por el camino de la tecnología. Cultural le llamo porque es información que no está encriptada en nuestros genes sino que está en nuestras mentes y la trasladamos a otros.
La tecnología va a ser una parte importante de nuestra evolución cultural, porque estamos construyendo un universo paralelo digital de todo lo que hacemos; por ejemplo, con los teléfonos inteligentes.
Las tecnologías necesarias para comprender los orígenes del Universo, el estudio de las estrellas o la neurociencia nos pueden servir para funcionar de mejor manera. La evolución de las propias tecnologías podrán modificarse cuando nos demos cuenta de que hay cosas que no resultan bien. Eso será un gran campo de evolución de los seres humanos culturalmente.
¿Cabe la idea de que se extinga la humanidad?
Cuando se acabe el Sol se va a extinguir la humanidad, pero quedan varios millones de años para que esto pase. Se puede extinguir, por supuesto, con un cataclismo, un objeto muy grande que destruya la Tierra y produzca cambios para los cuales el ser humano no esté capacitado.
Adaptarse tan rápidamente a ellos o que surjan algunos seres que se adapten a la toxicidad que surja en ese minuto podrían ser cosas que puedan ocurrir.
No creo que tengamos asegurado el futuro, pero tampoco creo que tengamos una amenaza cercana que nos haga desaparecer en los próximos años.
Perfil
- Álvaro Fischer es ingeniero matemático y autor de obras como Nuevos paradigmas a comienzos del tercer milenio, Evolución… el nuevo paradigma y La mejor idea jamás pensada.
- Es presidente de la Fundación Ciencia y Evolución, en Chile, dedicada al reconocimiento del aporte de Charles Darwin a la ciencia en ese país.
- Ha sido académico de la Universidad de Chile y rector de la Universidad Tecnológica de ese país. Es ateo.
- Es miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York y de la Sociedad de la Conducta Humana y Evolución.
- En su faceta de empresario, fundó la Clínica Las Nieves y es socio de la empresa Resiter, que gestiona residuos.