Revista D

Trajes mayas son vestimenta, no moda

La dualidad es una idea arraigada profundamente en la tradición prehispánica, aparece en códices en figuras de serpientes y pájaros bicéfalos.

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No es moda

Estos pantalones no son ajustados al cuerpo, no tienen elástico en la cintura, ni broches, ni botones, ni pasadores para el cinturón, ni bolsas, ni bragueta. Foto Prensa Libre: Edwin Castro

Pantalón se dice wex o wexaj en idioma kaqchikel; n’skaw en tz’utujil o lix en k’iche’. Estas prendas son cómodas, sencillas en su forma, atractivas por sus colores y símbolos de identidad guatemalteca. Su valor y precio es inestimable, porque las mujeres las elaboran con amor y especial dedicación para que las luzcan con orgullo sus padres, esposos e hijos.

Esta prenda de vestir es la fusión del “maxtate” (“maxtlatl” en náhualt”), “ex” en maya, faja de tela que cubría el pubis y cadera de los habitantes de Mesoamérica y los “zaragüelles”, calzón ancho y holgado hasta la rodilla, usado en el siglo XVI por los españoles llegados a América procedentes de Murcia, Valencia y Aragón. Esta prenda les proporcionaba movilidad y comodidad en las tareas agrícolas.

Estos pantalones no son ajustados al cuerpo, no tienen elástico en la cintura, ni broches, ni botones, ni pasadores para el cinturón, ni bolsas, ni bragueta. El diseño de la prenda responde plenamente a las necesidades requeridas por el clima de cada región. Se sostienen a la cintura con una faja llamada “pas” en idiomas mayas.

Traje ancestral
Su valor y precio es inestimable, porque las mujeres las elaboran con amor y especial dedicación para que las luzcan con orgullo sus padres, esposos e hijos. Foto Prensa Libre: Edwin Castro

1) San Juan La Laguna, Sololá

Las mangas miden 30 centímetros de ancho. De largo variable, se usa por arriba del tobillo para evitar que al caminar el ruedo se manche con el polvo o lodo. Los adornos regularmente son figuras geométricas o inspiradas en la naturaleza. Se acomoda con una faja de veinte centímetros de ancho por tres metros de largo, con diseño de jaspe. El complemento es un cinturón de cuero sobre la faja, el cual sirve para acomodar en él la faja doblada, para que esta no se enrede o ensucie en las tareas agrícolas.

2) Santiago Atitlán, Sololá

A finales del siglo XX, eran de fondo blanco con delgadas líneas corintas o negras. Ahora también los confeccionan de fondo celeste y morado. Se sujeta a la cintura con una faja de 3.15 metros de largo y diecinueve centímetros de ancho, con la que se hace un nudo en forma de moña, al frente. Regularmente, los bordados son figuras de pájaros que evocan la palabra “Tzi’kinajaay” “Casa de pájaros”, antiguo nombre del lugar de fundación del reino tz’utijil.

3) San Antonio Palopó

Es mucho más corto que otros, muy parecido a una pantaloneta. Se sostiene enrollando a la cintura una faja de 15 centímetros de ancho por 3.80 metros de largo. El wex queda oculto bajo la rodillera o “xerca”, palabra derivada del español antiguo “jerga”, pieza de lana negra que se enrollaba a la cintura y se aseguraba con un cinturón de cuero. Esta pieza deriva de un tipo de faldilla usada por los mayas antiguos, consistente en un paño doblado en triángulo que se amarraba alrededor a la cintura.

4) Sololá, cabecera

Hacia 1930, la camisa y pantalón de los sololatecos era de fondo blanco con finas líneas rojas, verdes y amarillas. Así se observa en obras del pintor Humberto Garavito.

El “wexaj” (pantalón) no era rojo intenso y bordado como lo vemos actualmente. En estas piezas, las más refinadas son las que se bordan con la técnica de doble cara, la cual muestra la misma figura en ambos lados de la tela. El “wex” se sostiene enrollando la orilla o por medio de una faja tejida. Los muslos quedan cubiertos por la “xerca”. Complemento tradicional del vestuario son las sandalias o “xajab”, que distingue a las autoridades indígenas.

5) Nahualá, Sololá

El wex es corto, pero muy ancho, confeccionado de algodón. Se usa arriba de la rodilla, por lo que queda oculto por la “xerca”, que en conjunto dan mucha movilidad para las tareas agrícolas. Las tejedoras adornan esta pieza con figuras de aves, bordadas con hilo rayón rojo que destiñe sobre la tela blanca. El wex se sostiene con una faja de hilo negro, de dieciocho centímetros de ancho y tres metros de largo. En los extremos posee figuras de águila de dos cabezas, considerada la reina de las aves; se le asocia con el sol y los dioses del cielo y con las insignias guerreras. La dualidad es una idea arraigada profundamente en la tradición prehispánica, aparece en códices en figuras de serpientes y pájaros bicéfalos.

Prendas ancestrales
El diseño de la prenda responde plenamente a las necesidades requeridas por el clima de cada región. Foto Prensa Libre: Edwin Castro.

Fuentes:

1-Entrevista con la antropóloga Bárbara Knoke de Arathoon, investigadora del Museo Ixchel del Traje Indígena.

2-Libro Símbolos que se siembran, antropóloga Bárbara Knoke de Arathoon.

3-Libro Colores del Paraíso, Una muestra de los textiles mayas de Guatemala, Museo Ixchel del Traje Indígena.

4-Libro La indumentaria y el tejido maya a través del tiempo. Linda Asturias y Dina Fernández García. Museo Ixchel del Traje Indígena.

5-Libro Los tejedores en Guatemala y la influencia española en el traje indígena, Olga Arriola de Geng.