Revista D

La batalla de La Arada

El 2 de febrero de 1851 se obtuvo una de las más notables victorias militares de Guatemala, dirigida por Rafael Carrera.

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La batalla de la Arada

En San José La Arada, Chiquimula, existe un monumento dedicado al triunfo militar acontecido en 1851. Foto: Cortesía Angelina Solís

El 2 de febrero último se cumplieron 170 años de la Batalla de La Arada, en la cual el general Rafael Carrera dirigió a las fuerzas armadas guatemaltecas en contra de las tropas coaligadas de El Salvador y Honduras (liberales), que invadían el territorio nacional.

Los antecedentes de esa batalla se encuentran en la planificación de un movimiento militar contra el país, con emigrados guatemaltecos y otros centroamericanos que el 11 de noviembre de 1850 promulgaron el Pronunciamiento de la Brea (Honduras), el cual pretendía la creación de un ejército nacional de la república de Centroamérica y que tenía como general en jefe al general José Dolores Nufio (El Salvador) y se pronunciaba contra el gobierno de Rafael Carrera, por considerarlo el único obstáculo, supuestamente, frente a la unión del Istmo.

Esa acción fue catalogada como la amenaza más latente para Guatemala de perder su soberanía y libertad como república, la cual se había declarado apenas en 1847. El entonces mandatario salvadoreño, Doroteo Vasconcelos, obró abiertamente contra Guatemala e invitó a participar en esta guerra a Nicaragua y Honduras, pero solo este país, presidido por Juan Lindo, aceptó la alianza.

La batalla de La Arada
Rafael Carrera (1814-1865). Foto: Cortesía Angelina Solís

Rafael Carrera fue un caudillo militar guatemalteco, jefe de Estado (1844-1847) y presidente vitalicio de la República de Guatemala (1847-1848; 1851-1865). De tendencia conservadora, fue el responsable de haber expulsado del país la invasión de Francisco Morazán, en 1840. En 1847 declaró la creación de la República de Guatemala, para luego renunciar en 1848. Sin embargo, después de varios sucesos y de la Batalla de La Arada, volvió a la Presidencia, que ocupó de forma vitalicia.

De acuerdo con la monografía Desarrollo de la Educación en el Área Urbana del Municipio de San José La Arado, el ejército aliado contaba con 4,500 hombres y el de Guatemala, que fingió una retirada, tenía únicamente 1,500 soldados. El 1 febrero de 1851, ambos ejércitos se encontraron con solo el río San José de por medio. La estrategia de Carrera consistió en escoger su propio lugar de lucha y llevar al enemigo al sitio donde podía tener total dominio: La Arada.

Una vez en el emplazamiento, inició el combate, a las 8.30 horas del 2 febrero de 1851. Los enemigos atacaron por tres puntos diferentes y se abrió un fuego cruzado. En lo más fuerte de la batalla, Carrera ordenó incendiar los cultivos de caña, con lo que el ejército invasor, a pesar de contar con más hombres, se vio intimidado e inició una huida desorganizada, con lo que logró el ejército guatemalteco expulsarlos del territorio nacional.

“La Batalla de La Arada significó la hegemonía de Guatemala en Centroamérica y aseguró el clima para una época de restauración, seguridad y una bonanza económica, además de ser el punto de inicio del gobierno vitalicio de Rafael Carrera”, refiere Ricardo Moscoso en la mencionada monografía, escrita en 1997.

“Carrera ganó la presidencia vitalicia de Guatemala, que ejerció hasta su muerte. El Partido Conservador permaneció en el poder en Guatemala por otras dos décadas y ejerció un virtual predominio en Centroamérica, hasta que fue derrocado por la Revolución Liberal de 1871”, señala Alberto Herrarte, en Historia General de Guatemala.

La batalla de La Arada
En el Museo Militar de la zona 1, existe una maqueta que evoca el movimiento táctico que llevó al triunfo a las fuerzas guatemaltecas. Foto Hemerotca PL

Las fuerzas unificadas invasoras venían al mando de una plétora de generales que seguramente más hicieron para enredar y contradecirse que para contribuir a una hábil dirección. Los historiadores liberales atribuyen la derrota del ejército unido a que el general Isidoro Saget se había vendido y pasaba información estratégica, pero esta versión no se ha comprobado. Es cierto que el general Saget era un soldado de fortuna y que ocupaba el cargo de mayor general del ejército unificado, pero ninguna evidencia ha podido mostrar su deslealtad, cuenta Ralph Lee Woodward en el libro Rafael Carrera y la Creación de la República de Guatemala 1821-1871.

 

Carrera maniobró con más pericia que los invasores, los venció con astucia y esa victoria se consolidó como genio militar. Ganó aún más notoriedad, lo cual se confirmó con su retorno a la Presidencia de Guatemala.

La estrategia de esta batalla se estudia en la actualidad en importantes academias militares internacionales, no solo por su planteamiento táctico, sino por el aprovechamiento al máximo de recursos humanos, geográficos y financieros. En recuerdo de ese acontecimiento, el 12 junio de 1970 Guatemala construyó el Panteón de La Arada, monumento nacional según acuerdo ministerial 1210, de esa misma fecha.

*Historiadora y diplomática guatemalteca