Revista D

La era de los drones 

Los campos de acción de estos aparatos dirigidos a control remoto se amplían cada vez más.

Los vehículos aéreos no tripulados (VANT), mejor conocidos como drones, están listos para apoderarse del cielo. Los hay para todos los usos y de todos los tamaños, desde minúsculos hasta del tamaño de un Boeing 737. Se inventaron con fines militares para misiones de reconocimiento y de ataque.

Gracias al progreso tecnológico, su empleo se ha disparado, sobre todo en los últimos 10 años, y hoy tienen múltiples aplicaciones civiles —entretenimiento, agrícolas, arquitectónicos, arqueológicos, etcétera—.

De forma reciente, la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés), de Estados Unidos, autorizó a Amazon.com a efectuar pruebas de vuelo con sus drones repartidores, aunque, de momento, solo pueden hacerlo con pequeñas cargas, en zonas rurales privadas de Washington con poca densidad de población y en un radio de 16 kilómetros.

La idea del gigante del comercio electrónico, sin embargo, es que estos robots operen regularmente antes de que termine esta década. Tan empecinados están con el proyecto que, incluso, trabajan con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) para crear un sistema de gestión del tráfico aéreo para estos aparatos.

Las compañías Google, Apple, Walmart y UPS también desarrollan sus prototipos.

Así que, a corto plazo, podría ser normal que los drones entreguen pedidos a domicilio. De hecho, restaurantes rusos e israelíes ya se valen de estos para distribuir pizzas. Una maravilla.

En Guatemala, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), los emplea para evaluar deslizamientos, inundaciones, posibles incendios forestales o daños en las estructuras luego de un sismo.

También son útiles para efectuar trabajos de búsqueda —en España se desarrolló el LifeSeeker, un dron con un sistema capaz de conectarse con teléfonos celulares que se quedan sin señal, pero que aún así logran informar de su posición exacta—. En algunos países se emplean para hacer traslados desde bancos de sangre.

Hace poco, la Universidad de Delft, de Holanda, presentó un dron-ambulancia que transporta un promedio de 8.8 libras de material médico hasta el lugar de un accidente; cubre una zona de 12 kilómetros cuadrados en menos de un minuto.

En Fukushima, Japón, se utilizaron para obtener una visión precisa del interior del reactor nuclear que colapsó el 11 de marzo del 2011. El objetivo fue trazar un plan de limpieza y prevención de futuras fugas. De esa cuenta, los drones se convirtieron en aparatos imprescindibles para adentrarse en sitios peligrosos para los seres humanos.

Este es un video producido por Smarty Drones, el cual refleja las bellezas de Xela

Labores de campo

Estos robots voladores también se han convertido en grandes aliados de la agricultura. Se emplean para efectuar análisis o, incluso, para esparcir pesticidas y fertilizantes.

El ingeniero mecatrónico Juan Pablo Liska, propietario de las empresas guatemaltecas Startrack y Aerobots, desarrolló un programa para tomar fotografías anclado a un dron con Sistema de Posicionamiento Global (GPS). Las imágenes captadas sirven para tomar decisiones agrícolas o para crear estrategias para mitigar los efectos de desastres naturales.

Netcore, en su división Agriculture, también cuenta con este tipo de aparatos para el estudio de la productividad de las plantaciones de caña de azúcar, banano y palma africana en Guatemala y Honduras. Sus drones tienen cámaras con un sensor infrarrojo que determina los índices hídricos de las plantas, existencia de plagas, vegetación muerta y altura de la mata.

La compañía 911 Films (www.911producciones.com), también guatemalteca, tiene aparatos con la capacidad de captar video y fotografías en alta resolución para efectuar estudios específicos de ingeniería o agronomía.

GeoCon presta este tipo de servicios. Ellos toman fotografías de un terreno, la editan en un programa especial y analizan las cualidades de la tierra, la calidad del agua y se evalúa el tipo de vegetación. Además, diseñan modelos del sitio en 3D.

La arquitectura y urbanística también sacan provecho de estos dispositivos. Ahora, por ejemplo, se pueden inspeccionar obras desde el aire, estimar el impacto visual o evaluar la situación del tráfico en determinados puntos. Los agentes inmobiliarios los utilizan para ofrecer a sus clientes las mejores panorámicas sobre propiedades y vecindarios.

Ciertos negocios ligados con el entretenimiento igualmente han innovado en el campo publicitario. Por ejemplo Dronecast, una empresa con base en Filadelfia, cuyos drones dejan caer material promocional. Cierta vez lanzaron latas de refrescos con paracaídas, para no golpear a nadie. Este tipo de campañas, sin embargo, resultan costosas —desde los US$10 mil a los US$100 mil—.

¡Y cómo no! También hay un boom de aquellas empresas de fotografía y video que los usan para grabaciones promocionales de empresas —muchas dedicadas al turismo—.

Una de ellas es Smarty Drones, que opera en las ciudades de México y Guatemala. En su canal de YouTube se aprecian las maravillas de nuestro país desde la perspectiva de un ave.

Vista de águila

En fotoperiodismo es una herramienta de gran utilidad, pues aporta imágenes desde ángulos distintos. “Los drones son ventajosos para captar fotos de sitios de difícil acceso o peligrosos para los periodistas, como en desastres naturales”, dice Óscar Rivas, uno de los responsables del Departamento de Fotografía de Prensa Libre.

Las fuerzas públicas, asimismo, se han beneficiado con los drones, pues cooperan en misiones de control de tráfico ilegal de drogas y de personas. De hecho, casi la mitad de la frontera entre Estados Unidos y México está patrullada por estos aparatos.

Para tales operaciones se emplean aviones Reaper y Predator. Las fotografías de sus cámaras son tan sofisticadas que captan imágenes de alta resolución desde una altura de 5 mil a 8 mil metros, de noche o de día.

En el 2011, esos drones volaron 10 mil horas y condujeron a la detención de 4 mil 865 indocumentados, aunque la cifra es poca en comparación a los 330 mil inmigrantes detenidos durante ese año. Además, permitieron la captura de casi 240 traficantes de drogas.

De la misma forma, con estos dispositivos se tiene una visión aérea de las manifestaciones públicas y vigilancia de conciertos.

En mayo del 2014, el Ministerio de Gobernación de Guatemala anunció la instalación de cámaras de seguridad de alta definición en estos vehículos aéreos no tripulados.

Según un comunicado emitido en su portal web, estos son capaces de identificar rostros mediante un enlace con la base de datos biográficos del Registro Nacional de las Personas y cotejarlos con los archivos de la Policía Nacional Civil en materia de antecedentes.

Sin embargo, el viceministro de Tecnología de la cartera de Gobernación Juan Carlos Argueta, no respondió a las llamadas telefónicas que se le hicieron para averiguar sobre la cantidad y costo de los drones adquiridos, ni de los resultados que se han obtenido.

Clip grabado por Álex Chacón, creador del “Video selfi más épicodel 2014”.

Los peligros

Esta nueva tecnología trae consigo nuevos riesgos, entre ellos la invasión a la privacidad. En el 2011, Daniel Gárate, un peruano con residencia en Los Ángeles, cuyo negocio se centra en usar drones con cámaras, rechazó la oferta de grabar ilegalmente la boda de Kim Kardashian. Alguien más, no obstante, sí pudo haber aceptado el trabajo.

Los peligros, sin embargo, van aún más allá. Los criminales, de hecho, han encontrado en los drones una nueva herramienta para burlar la ley. De forma reciente, la policía de Carolina del Sur interceptó uno de estos aparatos que pretendía aterrizar en una prisión; descubrieron que iba cargado con teléfonos celulares, tabaco y marihuana.

Se han reportado, además, casos de narcotraficantes que transportan grandes alijos de estupefacientes hacia Estados Unidos. Pero, el gran temor de ahora es que los grupos terroristas recurran a ellos para cometer atentados masivos, estrellándolos con explosivos o descargando bombas sobre objetivos militares o civiles.

Hoy, por esos motivos, los países necesitan normar el uso de tales dispositivos que, si bien entretienen y son útiles para el trabajo, también pueden representar un peligro.

Aspectos legales

Para operar un dron en Guatemala hay que cumplir con el reglamento RAC-101 (Regulación de aeronaves no tripuladas, aeronaves de modelismo y fuegos artificiales).

La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) puede sancionar el uso indebido de estos aparatos de acuerdo con lo especificado en la Ley de Aviación Civil vigente. Las multas por operar un dron de forma irregular va de los Q1 mil 200 hasta los Q300 mil.

La DGAC, sin embargo, reconoce que no tiene la capacidad ni recursos para detectar y detener a las personas que infrinjan la ley y el reglamento.

En Estados Unidos la FAA recién difundió una propuesta de normativa, la cual se centra en aparatos de hasta 25 kilos (55 libras) y que obligaría a los pilotos a tener al menos 17 años y con un certificado de conocimiento aéreo.

Este documento apenas ha entrado a fase de debate y se espera que culmine en el 2017. Después de eso podría convertirse en ley. Hasta ahora, en ese país se permite el vuelo de drones empresariales tras recibir una aprobación especial, y el de recreacionales a una determinada altura (121 metros) y lejos de los aeropuertos.

La Unión Americana de Libertades Civiles, en un informe del 2011, afirma que los drones supondrán una amenaza para la privacidad de la gente si la FAA llega a permitir su generalización.

En las regulaciones españolas se establece que no se pueden volar encima de los 100 m, donde no haya grandes concentraciones de personas  y fuera de los centros urbanos.

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: