Revista D

Maternidad en el arte

La visión de esta temática en el arte ha cambiado en el tiempo.

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Maternidad, obra de Magda Eunice Sánchez. (Foto Prensa Libre: Archivo)

  La representación de la maternidad ha sido una constante en el arte en todas las civilizaciones, desde las primeras esculturas de Venus, en el Paleolítico (30000 a 25000 a.C) hasta nuestros días.

Desde el punto de vista antropológico, la principal razón de incluir esta temática en laexpresión artística tiene peso en la percepción de la mujer como “sujeto dadorde vida”, además de un ser protector, ya que la madre es quien acuna y nutre alhijo.

“Con el tiempo, la representación sublime e idealizada de la maternidad,en su mayoría idolatrada por autores como Pablo Picasso, Gustav Klimt, MarcChagall u Oswaldo Guayasamín, ha ido cambiando, gracias al aporte de las artistas femeninas, que han optado por representar a las madres desde una mirada más cruda, menos condescendiente”, indica la española especializada en lenguaje audiovisual, Rebeca Pardo.

Influencia religiosa

Al centrarnos en el arte plástico guatemalteco, una breve referencia a esta temática se remonta al período prehispánico, con imágenes de la diosa Ixchel.

Durante la Colonia, la visión religiosa de la maternidad prevaleció con representaciones de la Virgen y el Niño Jesús, Santa Ana y María, o Santa Isabel, refiere el artista Guillermo Monsanto.

“La Virgen del Rosario y la Virgen del Socorro son dos buenos ejemplos de obras que influenciaron la visión de la maternidad desde el siglo XVI. Siguieron explorándose en el siglo XIX para tomar otra dimensión durante los siglos XX yXXI”, comenta.

A lo largo del sigloXIX, la tradición católica continúa su influencia con un arte sacro. Pocos artistas trabajan temáticas distintas, como el grabador Francisco Cabrera, quien ganó reputación por sus retratos en miniatura.

Generación de 1940

Los primeros escultores y pintores del siglo XX, los que inician la corriente modernista,entre ellos Humberto Garavito, AlfredoGálvez Suárez y Antonio Tejeda Fonseca, “exploran otras formas de expresióncomo el retrato y el paisajismo. La escultura era más masiva, estilo art deco ecléctico”, explica Monsanto.

Es con los artistasde la generación de 1940 que se retoma el tema de la maternidad, pero con unavisión renovada. “Inicia la revolución artística antes de la revoluciónpolítica”, afirma el experto.

Dagoberto VásquezCastañeda, Guillermo Grajeda Mena, Roberto González Goyri y Max Saravia Gualson quienes crean bajo esta idea.

En una línea másgráfica, Monsanto recuerda de ese período el logotipo de la maternidad del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), de Guillermo Flores Bustamante.

En cuanto a obra pública, menciona el mural del maestro Carlos Mérida, también en el edificiodel IGSS, con el tema de la seguridad social; el Monumento a la Madre, en laAvenida de La Reforma, del español José Nicolás, y de González Goyri, laescultura de madre e hijo en el ingreso del cementerio Los Cipreses, zona 5.

De la generación de1960, de las artistas femeninas resalta la obra de Magda Eunice Sánchez. “Su propuesta tiene un carácter onírico extraordinario”, opina Monsanto.

Se suman a este grupo Nan Cuz y Ana María de Maldonado. Con propuestas distintas, Arnoldo Ramírez Amaya exalta la maternidad en dibujos, y RafaelPereyra, en el óleo.

En escultura, MaríaDolores Castellanos, de la generación de 1990, incursiona en la tendencia del cuerpo femenino con soluciones poéticas, como en La madre de las lágrimas (2004). No hay que olvidar en este período a las artistas indígenas queretrataron a la mujer como madre-trabajadora y en los tiempos de guerra.

En el siglo XXI,Mario Santizo (Chimaltenango, 1984), del Taller Gráfica Experimental, es unreferente.

Reclamo al arte

Siempre en lacorriente feminista, la artista mexicana Mónica Meyer hizo en el 2012 un reclamo al arte, al recordar que por siglos lapintura y la escultura habían quedado en deuda con la mujer, al representar lamaternidad con una visión única: la idealizada en torno a la cual no existe cuestionamientoalguno. “Inmaculadas, veneradas, abnegadas y, además, vírgenes”.

No fue sino hasta los siglos XVIII y XIX que comienza a cambiar estalectura, pero fue en la segunda mitad del siglo XX, y en particular con elmovimiento feminista, cuando la maternidad se ve desde otra perspectiva. Monsanto concuerda con que esta imagenideal ha cambiado hacia un sujeto con voluntad por pertenecer a un mundo deigualdades, decisiones, obligaciones y derechos.

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