Preferido
María Teresa Torres de Aguilar, maestra de educación primaria, heredó de su madre, Eligia Quiñónez, de San Miguel Dueñas, Antigua Guatemala, la receta para cocinar tamales colorados. De esta fórmula conservada por los hijos, hemos tomado información y secretos, aunque cada familia del país tiene sus detalles propios. Unos usan chile pimiento para darle color al recado; otros, achiote. Con o sin aceituna, con manteca de cerdo o sin ella, las variantes no alteran la esencia.
Para el frío
El tamal se acompaña de ponche de piña. “Esta bebida quita el frío propio de diciembre”, dice Lara. El ponche es de origen colonial, adoptado por los mestizos en Santiago de los Caballeros y la Nueva Guatemala de la Asunción. Se le menciona en recetarios del siglo XVII, y Ramón A. Salazar, en sus crónicas de 1892, dice que es una bebida caliente propia de la época navideña.
En las mesas del país puede haber cerdo, gallina, pavo, pero lo que invariablemente no faltará es el señor tamal.