Se trata del alelo DRD4 7R, ya que incrementa la capacidad de reacción del ser humano. Quienes tienen este gen se sienten más motivados a desarrollar actividades físicas, intelectuales y sociales.
“Si bien la variante genética que hemos identificado no prolonga directamente la vida, está asociada a rasgos de la personalidad que contribuyen a llevar una vida más sana y larga: al fin y al cabo, está demostrado que cuanto más participamos en actividades sociales y actividades físicas más tiempo solemos vivir”, apunta Robert Moyzis, bioquímico y coautor del estudio.
El estudio analizó a más de trescientas personas con más de 90 años, y determinó que todas ellas habían participado en actividades sociales y extremas, que ponen en evidencia que este gen, también puede ayudar a tener más esperanza de vida.