Los expertos aseguran que entre los efectos que pueden llegar a sufrir a edades avanzadas está la inflamación crónica sistémica. Para llegar a esta conclusión, los profesionales entrevistaron a diferentes grupos de niños, adolescentes y adultos, y se les preguntó sobre el bullying. Asimismo, recolectaron pruebas de sangre para analizar factores biológicos, como la proteína C-reactiva (PCR), un marcador de inflamación de bajo grado y que también es factor de riesgo para los problemas de salud como el síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular.
Los niveles de PCR se ven afectados por diversos factores como el estrés, mala nutrición, falta de sueño o infecciones; sin embargo, el estudio demostró que aquellos que fueron víctimas de acoso escolar durante la infancia presentaron niveles más altos de esta proteína, lo cual incide en su salud general.