“Tengo que reconocer que la muerte está presente en toda mi obra”, dijo en rueda de prensa Caparrós (Buenos Aires, 1957), que a lo largo de su carrera literaria ha publicado más de veinte libros, entre los que destaca la novela A quien corresponda y el compendio de crónicas titulado Una luna.
“A pesar de que el Premio Anagrama suele reconocer autores excelentes pero todavía poco conocidos, en alguna ocasión lo han recibido autores consolidados, como es el caso de Caparrós”, precisó el editor Jorge Herralde.
Caparrós explicó que la novela, que saldrá a la venta en pocas semanas, es una farsa trágica que empieza con un tono de picaresca contemporánea con toques de humor y poco a poco se va volviendo más densa y amarga.
“Me gustaría que el lector se quedara con una sensación semejante a aquellos manjares que son dulces al entrar en la boca y amargos al acabar de tragarlos”, añadió.
El protagonista de la novela se llama Nito y nace en Buenos Aires el día que muere Juan Domingo Perón, en julio de 1974.
El relato transcurre a lo largo de unos años “raros de la historia de Argentina, en los que suceden cosas como la Guerra de las Malvinas” , pero “en ningún caso se trata de una novela histórica”, subrayó el autor.
Durante su adolescencia, el joven protagonista sufre la pérdida de dos de sus seres más queridos y un sacerdote decide utilizar al joven como “arma para extender el miedo a la muerte entre la gente y conseguir más adeptos” .
De esta manera, se convierte en un propagandista de la muerte acosado por preguntas como “cuál es nuestra relación con los muertos?, se puede mantener contacto con ellos? o siguen entre nosotros?” .
Esta obsesión le lleva a buscar fórmulas para hacer entender a la sociedad que no es fácil deshacerse de los muertos y, finalmente, opta por embalsamarlos y dejarlos entre los vivos.
Así, por ejemplo, la abuela de una familia puede seguir sentada en el sillón donde tenía por costumbre hacerlo, aunque inmóvil.
De ahí el título de Los living en referencia al salón de casa donde los muertos siguen presentes.
“Esta referencia a los muertos olvidados o a su presencia entre nosotros no tiene nada que ver con los desaparecidos de Argentina”, aclaró Caparrós, que considera muy reduccionista esta interpretación, porque la relación con los muertos es algo muy antiguo y atávico.
Tampoco se trata de una nueva propuesta sobre zombis, tan de moda en nuestros tiempos, porque Caparrós aseguró que no es aficionado a este género.
“Es más, cuando una serie de televisión tiene componentes sobrenaturales suelo descartarla”, añadió.
No obstante, reconoció que se trata de “una novela fuertemente argentina” porque “empieza de una manera y acaba de otra totalmente distinta” .
Martín Caparrós se presentó al Premio Herralde de Novela, que está dotado con 18 mil euros (unos 24 mil 700 dólares) , con el pseudónimo de Alberto de Santos y se mostró muy satisfecho de entrar a formar parte de la prestigiosa lista de galardonados con el mismo.