En ese sentido, el porcentaje de expertos que aconseja adelantar el horario de las ingestas como método para llevar un estilo de vida más saludable es ciertamente amplio, según el sitio abc.es
Los irregulares horarios laborales hacen que en la mayoría de los casos muchas personas sigan acostumbradas a las ingestas tardías en lugar de guiarse por los ciclos de luz y oscuridad naturales.
Entre tres y cinco horas antes
Uno de los expertos que se muestra partidario de adelantar el horario de la cena es el doctor Hiromi Shinya, autor del best seller La enzima prodigiosa y que recomienda cenar entre tres y cinco horas de ir a la cama. Lo que esto quiere decir es que si el individuo acostumbra a acostarse cerca de la medioanoche debería hacer la última ingesta del día entre las 19 y las 21 horas para no perjudicar al organismo.
En la misma línea se pronuncia Elisa Blázquez Blanco, responsable del departamento de Nutrición y Dietética de la Clínica Medicina Integrativa, en Eespaña, y autora del libro La dieta integrativa, al afirmar que los horarios y hábitos de vida condicionan en gran medida la alimentación.
La experta señala como condición indispensable para llevar una vida sana adaptar las comidas a los ritmos biológicos, lo que nos hará “encontrarnos con más energía durante el día y dormir mejor durante la noche”.
“A veces, los horarios laborales que nos impone la sociedad son bastante desfavorables, pero siempre se puede cambiar algo. Para empezar, es importante desayunar abundantemente y de forma correcta así como cenar de forma ligera por la noche“, afirma.
El sabio refranero español
La autora menciona, además, aquel refrán: “Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo” así como ese otro que dice que “De grandes cenas están las sepulturas llenas” o el de “Come poco y temprano si quieres llegar a anciano”. Como apunta la experta, todos estos dichos hacen referencia a la idea de comer con mesura, especialmente durante la noche. Es de sentido común pensar que en la noche ya no se necesita tener una ingesta de calorías elevada porque los ritmos biológicos y el sistema nervioso, hormonal y digestivo se preparan para descansar.
