El Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica (AIAA) anunció el pasado domingo 2 de agosto, por la tarde, los candidatos al premio “Misión del Año – Pequeños Satélites”, dentro del cual incluye el primer satélite guatemalteco, Quetzal-1, hecho en la Universidad del Valle de Guatemala.
El premio es otorgado anualmente a la misión que haya demostrado una mejora significativa en la capacidad de los pequeños satélites, y, en los últimos 3 años, misiones de NASA han sido las ganadoras.
La Universidad del Valle de Guatemala expresa: “El solo hecho de que Quetzal-1 esté entre los candidatos al premio, es ya un motivo de orgullo que demuestra que los guatemaltecos somos capaces de hacer grandes cosas”.
Votación abierta
El ganador es elegido en votación abierta al público en todo el mundo, los días 4 y 5 de agosto. Usted puede votar de manera electrónica en este enlace. Puede colocar la máxima calificación Standing Ovation a Quetzal-1. El ganador será anunciado el jueves 6 de agosto.
La AIAA es una asociación profesional para el campo de la ingeniería aeroespacial. En esta competencia participan nueve satélites, entre ellos proyectos de la Universidad Estatal de Utah, Sociedad Planetaria, Asociación de investigación de tecnología del espacio, Universidad Nacional de Singapur y Corporación Aeroespacial, entre otros.
Quetzal-1 es el primer satélite desarrollado por estudiantes de la Universidad del Valle. En 2017 la Agencia de Exploración Aeroespacial del Japón, JAXA, por sus siglas en inglés, y la Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre, UNOOSA, eligieron a Quetzal-1 como la ganador a nivel mundial en la segunda ronda del programa KiboCube para lanzar al espacio el primer satélite guatemalteco.
El pasado 6 de marzo, el Quetzal-1 fue trasladado a la Estación Espacial Internacional (EEI) por medio de la cápsula Dragon del cohete Falcon 9. El 28 de abril, después de más de seis años de trabajo de estudiantes, catedráticos y docentes de la Universidad del Valle, fue puesto en órbita para que comience a enviar información a la antena instalada en la UVG.
La misión de Quetzal-1 consiste en probar un sensor óptico para capturar imágenes en diferentes longitudes de onda, con el fin de detectar clorofila en cuerpos de agua, y mediante la información enviada por el satélite, poder calcular la concentración de cianobacteria en ellos.