Es importante mantenerlas lejos de la luz solar, ya que esta puede secar el mimbre, y de fuentes de calor, como chimeneas o estufas, para evitar el riesgo de un incendio. Las temperaturas extremas causan agrietamiento y fragilidad de la estructura.
Se recomienda limpiar la suciedad o las manchas de la cesta con un paño de algodón húmedo y agua fría, frotándolas suavemente. Dejar que sequen bien antes de poner cualquier cosa en ella.
La canasta se debe guardar en un lugar fresco o en una habitación que disponga de aire acondicionado o que tenga un deshumidificador porque la humedad puede favorecer la formación de moho, y este corroe el material natural. Hay que manipular la cesta con las manos limpias y tener presente que las lociones o el aceite natural de la piel puede dañar la canasta y contribuir al crecimiento de moho.