Muchas de estas afecciones pueden contagiarse de manera oral, aérea y por contacto dérmico. Esto se debe a que las altas temperaturas favorecen el desarrollo de bacterias y virus en el ambiente, que afectan rápidamente a lo seres humanos. Además, el calor también causa que el cuerpo esté vulnerable ante la deshidratación y que las defensas no estén en óptimas condiciones.
Por otro lado, como señala el dermatólogo Gerardo Bran, otra de las principales afecciones son las quemaduras por la sobreexposición a los rayos del sol, así como alergias provocadas por las picaduras de insectos, que abundan en ambientes cálidos y húmedos.
Además, nadar en piscinas, mares o ríos influye en la aparición de infecciones como la otitis —en el oído— o conjuntivitis —en los ojos—, ya que aumenta la humedad y contaminación en estas zonas. Con los bebés también hay que tener cuidados especiales. Hay que cambiarles el pañal constantemente, ya que si estos se encuentran húmedos pueden surgir afecciones como la dermatitis del pañal, una irritación que se carecteriza por enrojecimiento del área y picazón, y se puede tornar profunda si no se trata a tiempo.
ESTOMACALES
Los problemas más comunes en esta área son las diarreas, las intoxicaciones o las infecciones. Estas surgen por bacterias o virus en el ambiente, la ingesta de alimentos crudos, mal preparados o en mal estado, beber agua contaminada y el exceso de comida. Para evitarlas, hay que lavarse las manos con agua y jabón, utilizar geles desinfectantes, y comer en lugares higiénicos, así como mantener el cuerpo bien hidratado.
RESPIRATORIOS
Exponerse a cambios bruscos de temperatura, como por ejemplo llegar del calor a un lugar con aire acondicionado impacta negativamente en el organismo, lo cual genera problemas respiratorios. La faringitis, bronquitis y otitis, o inflamación de oídos también pueden ocurrir por estar mucho tiempo mojados al aire libre. Para prevenirlos, se debe secar el cuerpo adecuadamente después de salir del agua, mantener el cabello seco y limpiar los oídos para no dejar líquidos que puedan resultar nocivos.
DÉRMICAS
El problema más frecuente de la piel es la quemadura solar, caracterizada por edema, enrojecimiento, calor y sensación de ardor. Los veraneantes deben utilizar protector solar en todas las áreas descubiertas cada tres horas, usar gorra y evitar recibir los rayos del sol después de las 10 y 15 horas. En los bebés es necesario el cambio de pañal constantemente, pues no hacerlo le causará escaldaduras. Se les deben aplicar cremas emolientes después del baño y no usar talcos.
VAGINALES
La humedad —originada por el sudor o ropa mojada— en la zona genital de las mujeres puede provocar infecciones vaginales que se presentan con ardor o picazón. Para evitarlas, los especialistas recomiendan no utilizar prendas ajustadas, sobre todo aquellas elaboradas de material sintético como nailon o licras, que pueden guardar mayor humedad en la zona vaginal. La ropa íntima de algodón puede minimizar estas afecciones. Lo más importante es secarse bien después de salir de la piscina o mar.
CONSEJOS
Si usará piscinas, ver que el agua no se vea sucia antes de nadar, para evitar infecciones cutáneas u oftalmológicas.
Utilice bloqueadores y cremas hidratantes para la piel.
Seque el cuerpo, el cabello y los pies después de mojarse.
Si es picado por un insecto, tome antihistamínicos y aplíquese cremas
desinflamatorias.
El agua clorada irrita los ojos; utilice gotas descongestivas para minimizar la afección.
La sudoración excesiva causa deshidratación; beba agua en abundancia.
Lleve un botiquín que incluya termómetro, tijeras de punta redonda, pinzas, gasas estériles, gasas de vaselina para quemaduras, vendas, algodón, curitas, agua oxigenada, alcohol, jabón antiséptico, pomadas antinflamatorias, antidiarreicos y laxantes.