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Cómo aplicarse las cremas correctamente

La aplicación apropiada de los productos de cuidado facial y corporal es casi tan importante como los propios productos, ya que al ejercer la presión y la dirección correcta de los movimientos, se puede multiplicar su efectividad.?

Una de las cosas más importantes que hay que saber acerca de los sérums (tratamientos antiedad) es que siempre tienen que aplicarse antes de la crema hidratante, pues actúan en las capas más profundas de la piel y su concentración de principios activos es mucho mayor, según el sitio enfemenino.com

Precisamente por esto, tampoco es recomendable utilizarlo solo, hay que aplicar una crema hidratante después, ya que el sérum por sí mismo no hidrata, sino que tiene una acción específica (antiarrugas, reductor de poros o luminosidad) en función de sus ingredientes.

En cuanto a su aplicación, lo mejor es colocar una pequeña cantidad en los dedos, repartirla entre las manos y presionar suavemente el rostro hasta que el producto se haya absorbido completamente.

La hidratante facial tiene que ser uno de los básicos sin importar la rutina diaria, la edad y tipo de piel. Se debe aplicar un producto específico que no contenga aceites ni ingredientes demasiado emolientes y que  ayude a controlar el exceso de sebo.

Para aplicarla, usar una espátula pequeña para tomar con ella la cantidad de producto necesaria para una aplicación (similar al tamaño de una almendra) y colocarla en el dorso de la mano. De esta forma, se evita que el dedo entre en contacto directamente con la crema, y se queden en ella los restos de suciedad o bacterias.

A continuación, dividir esa cantidad y aplica una gota en cada una de las zonas específicas: pómulos, frente, nariz y barbilla. Extender la crema por todo el rostro con movimientos circulares y en sentido ascendente, y siempre desde el centro hacia fuera, ya que con este pequeño masaje se ayuda a luchar contra los efectos de la gravedad a la vez que se mantiene tersa la piel.

El tercer paso en la rutina facial diaria es la aplicación del contorno de ojos. Imprescindible a partir de los 25 años y recomendable a partir de los 20, este producto debe ser específico para esta zona del rostro, y no se debe utilizar la misma crema hidratante que se ha utilizado en el resto de la cara, ya que la piel del contorno de los ojos tiene características especiales.

Es mucho más fina y frágil, por lo que la falta de hidratación se aprecia con mayor facilidad. Además, es una zona que participa en la gran mayoría de los gestos que realizamos durante el día, y la microcirculación sanguínea es más lenta que en el resto del cuerpo. Por todo esto, las arruguitas y las líneas de expresión aparecen antes en esta zona. Aplicarlo mañana y noche.

Por último, no no hay que olvidarse de la piel del cuello y el escote, ya que es una de las zonas del cuerpo que más expuesta está a las radiaciones solares y las agresiones medioambientales, y no siempre se protege de manera correcta.

Para sacarle el máximo partido a la crema hidratante, lo mejor es que, con el cuello bien estirado, aplicar la crema en sentido descendente, desde el mentón hasta la clavícula, al realizar movimientos de alisado. En cuanto al escote, aplicar la crema al realizar movimientos ascendentes y hacia fuera, desde el pecho hacia los hombros.