Estos desórdenes, que empiezan a ser tratados por especialistas de la psicología y la nutrición, pasan muchas veces inadvertidos para el individuo, quien cuando recurre al experto puede encontrarse ya en una fase complicada. No todos tienen episodios diarios, afirma Villarino Ruiz.
Es indispensable detectarlos ante los primeros signos para tratarlos a tiempo. En este reportaje se detallan los más frecuentes.
PERMAREXIA – ¡No a calorías!
Trastorno en el que la persona piensa que todo lo que come engorda y por eso experimenta diferentes dietas, muchas de ellas poco saludables, llamadas “milagro”. Cambia de peso de manera constante. Se obsesiona por el contenido calórico de los alimentos, sin importarle las propiedades nutricionales.
SADOREXIA – Dieta dolorosa
Se deriva de la anorexia, bulimia y ortorexia, con una combinación de maltrato corporal y empleo de métodos de adelgazamiento masoquistas. Se le conoce como “dieta del dolor”. Son personas con baja autoestima y deprimidas que buscan la delgadez extrema. Esa exploración puede provocar a la muerte.
POTOMANÍA- Agua en exceso
Es el deseo frecuente de beber gran cantidad de líquido en forma compulsiva. También se le denomina polidipsia psicológica, en la que superar los cuatro litros diarios puede llevar a una hiperhidrosis grave. Se asocia a la anorexia, ya que la persona bebe agua para tener sensación de saciedad. Se aconseja consumir diuréticos para controlar la posible hipoglucemia.
DRUNKOREXIA – Atracción etílica
También llamada ebriorexia. Es la tendencia entre adolescentes que restringen su ingesta alimenticia para compensar el consumo de calorías que les proporcionan las bebidas alcohólicas, pero no conocen la proporción y equilibrio de los nutrientes. Para evitar que el alcohol haga estragos, suelen comer dulces o bocadillos energéticos.
DIABULIMIA – Por la diabetes
Se origina en personas recién diagnosticadas con diabetes tipo 1 y que requieren tratamiento con insulina. La pérdida de peso a causa del desequilibrio hormonal antes del diagnóstico y la recuperación del peso gracias a la dieta y a la insulina puede llevar a algunas personas a disminuir la dosis de insulina para bajar libras.
SEUDOREXIA – Todo se come
Es el apetito irresistible por comer o lamer sustancias como tierra, yeso, bicarbonato, algodón, pegamento, moho o ceniza de cigarrillo. El trastorno se puede tratar con suplementos nutricionales combinados con apoyo psicológico y fármacos.
DESCONTROL – Menos radical
El síndrome de descontrol alimenticio es una forma incompleta de bulimia, que se trata de comer y comer pero sin vomitar después. Se come sin hambre hasta sentirse lleno, y a solas. Las causas pueden ser depresión o culpabilidad.
COMEDOR NOCTURNO – Insomnio dietético
Se caracteriza por el consumo en la noche de más del 25 por ciento del total de calorías diarias, falta de sueño y poca o nula ingestión de alimentos en el desayuno. Además, causa ansiedad y tensión a la hora de dormir. Se le considera también un trastorno del sueño.
MANOREXIA – También ellos
Es la anorexia referida a los hombres que tienen pánico a engordar y se ven obesos. Suelen exagerar la práctica del deporte y restringir la alimentación. Pueden padecer este desorden los bailarines, modelos o presentadores de televisión.
ORTOREXIA Y VIGOREXIA – Salud extrema
La ortorexia es la obsesión por la comida sana y de calidad hasta límites patológicos. La vigorexia es el deseo desenfrenado por el ejercicio para subir la masa muscular con ayuda de dietas restrictivas y suplementos protéicos y anabolizantes.