Ante un público expectante, la compañía regaló gracia y talento en el escenario del teatro. En dos actos y múltiples cambios de escenario, el ballet logró atrapar la atención del público que se mantuvo atento a los movimientos de los participantes.
Más una veintena de bailarines conquistaron con sus selectos y sutiles pasos, al interpretar a los personajes del drama shakesperiano. En un escenario, de tonos oscuros, se desarrolló la coreografía que refleja el dilema de dos amantes por mantener vivo el amor, entre la rivalidad de dos familias. Los bailarines lucieron trajes de colores claros para sobresalir de la escenografía que en cada cambio de escena mutaba completamente.
Con una orquestación, adaptada para la obra por Serguéi Prokófiev, se evidenció la destreza de sus más de 20 bailarines, quienes retrataron con fidelidad la belleza de la historia de amor y tragedia. Este fue un montaje que atrapó a su público durante la hora y media de presentación.