Desde enero, la policía italiana le seguía la pista al jefe de una de las bandas de la mafia napolitana, Raffaele Imperiale, acusado de formar parte de la Camorra, quien huyó a Dubai, donde es propietario de una empresa de construcción.
“Con este hallazgo se confirma que las organizaciones criminales están interesadas tanto en invertir en obras de arte como en financiarse con ellas”, comentó el ministro de Cultura italiano Dario Franceschini.
Por su parte, el Museo Van Gogh manifestó su satisfacción tras constatar que los dos cuadros, pertenecientes a la primera fase del artista, son auténticos.
“¡Son originales!”, reza el comunicado del museo que alberga cientos de pinturas, dibujos y bocetos realizados por uno de los maestros de la historia de la pintura, quien se suicidó en 1890.
“Parecen estar en buenas condiciones. Pese a que presenta unos daños en los bordes del lienzo, tal vez por el transporte inapropiado”, precisó el museo.
“Muchas gracias a la policía financiera por haber recuperado las obras de Van Gogh. Estoy orgulloso de nuestras fuerzas de seguridad”, escribió en twitter el líder italiano, Matteo Renzi.
En una rueda de prensa, dirigentes de la policía italiana confirmaron que la banda de Imperiale contaba con numerosas ramificaciones internacionales y que trabajaba “como una verdadera multinacional, diversificando sus actividades gracias la dinero proveniente del tráfico cocaína”.