Pero estos problemas son considerados menores para un viaje que se supone sólo sería una aventura de tres meses.
“Nadie esperó esto nunca, que después de 10 años un explorador marciano seguiría operando y de forma productiva”, dijo el responsable del proyecto John Callas.
La NASA ha examinado al vecino del planeta Tierra durante décadas, comenzando con sobrevuelos de reconocimiento y después con orbitadores y exploradores.
Opportunity llegó a Marte el 24 de enero de 2004, varias semanas después de su gemelo Spirit. Ambos exploradores superaron por años su garantía, y el Spirit dejó de comunicarse a casa en 2010 después de quedarse atascado en arena.
Mientras tanto, el Opportunity ha trepado un cráter de 38 kilómetros (24 millas) . El explorador de la NASA, con propulsión solar, ahora es un brillante punto en el borde del cráter Endeavour, donde está pasando su sexto invierno picando rocas y polvo.
Sus niveles de energía han mejorado inesperadamente. Una foto que envió recientemente mostraba polvo en sus paneles solares que después era sacudido por el viento.
Los primeros descubrimientos de los dos exploradores apuntaban a un planeta que una vez fue tropical y húmedo. Sin embargo, los indicios de existencia de agua indicaban un entorno ácido que hubiese sido demasiado hostil para los microorganismos.
Más recientemente, el Opportunity descubrió evidencia geológica de agua en el cráter Endeavour que es más apropiada para beber, una bendición para los científicos que buscan sitios extraterrestres donde pudo desarrollarse vida primitiva. El cráter es el más grande de cinco examinados por este explorador.
Un nuevo estudio publicado por la gaceta Science por los 10 años del Opportunity señala que las rocas del cráter son las más antiguas que se han hallado, de unos 4 mil millones de años. Las rocas interactuaron con agua durante un tiempo cuando las condiciones ambientales eran favorables para los organismos microscópicos.