El estudio encontró que los niños de todos los grupos étnicos tienen mejores condiciones de salud si sus padres tienen educación superior e ingresos más altos, o si han tenido la ventaja de asistir a ciertas escuelas.
Aunque los niños blancos tienen más probabilidades de contar con esas ventajas que los negros o los latinos, cuando compararon a los niños con ventajas similares encontraron que las diferencias por grupo étnico en la mayoría de los indicadores de salud eran mínimas o inexistentes.
“Encontramos amplias diferencias entre los niños blancos, por un lado, y los negros y latinos por otro, ya en el quinto grado de la escuela” , indicó Mark Schuster, director de Pediatría General en el Hospital de Niños de Boston, quien encabezó el equipo que llevó a cabo el estudio.
Entre 2004 y 2006 los investigadores entrevistaron a cinco mil niños y niñas con edades de 10 y 11 años, y a sus familiares en Birmingham (Alabama) , Houston (Texas) , y Los ngeles (California).
Los resultados enfatizan el papel clave que pueden desempeñar las escuelas, y los ingresos y educación de la familia, en las desigualdades de salud.
“Cuando observamos con más detalle encontramos que los factores como la escuela a la cual concurre el niño, el ingreso familiar y el nivel de educación de los parientes estaban fuertemente vinculados con la salud de los niños” , añadió Schuster.
Los investigadores emplearon como referencia 16 indicadores importantes relacionados con la salud, y entre los que reflejan desigualdades encontraron que los niños negros son cuatro veces más propensos, y los latinos dos veces más propensos que los blancos a ser testigos de una amenaza o una herida con arma de fuego.
Los niños negros son más propensos a fumar cigarrillos y beber alcohol que los blancos y los latinos, en tanto que las tasas de obesidad son casi dos veces más altas entre los niños latinos y negros que entre los blancos.
Los niños negros y latinos tienen menos probabilidades que los blancos de realizar ejercicio físico regular.
Los latinos y los negros tienen probabilidades mucho mayores que los blancos de experimentar discriminación ya sea por su grupo étnico, su peso, o el nivel de ingresos familiares.
El estudio indica que estas desigualdades, que ya se han estudiado ampliamente entre los adolescentes, están presentes ya a edades más tempranas y que las intervenciones y programas pueden reducir las diferencias en la salud de los niños.
“Las disparidades significativas en el comportamiento y las experiencias que son motivo de preocupación sanitaria están ya presentes en la escuela primaria” , afirmó Schuster.