INCONFUNDIBLE
Alemania se caracteriza por su gastronomía milenaria, en la cual sobresalen las carnes seleccionadas y con poca grasa. “Al estar ubicada en medio del continente, tiene influencias de sabores de de otros países, y, por ello, se evidencian mezclas de recetas rusas, suizas, griegas y turcas”, afirma el chef alemán Roland Erhard.
Después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), a la cocina alemana se le agregaron sabores condimentados y picantes, con toques de comino, jengibre y semillas de mostaza. Hasta ahora existen más de mil 50 tipos de salchichas, entre las que destacan las Frankfurt —más suaves—, Núremberg —para asar—, Thüringer y las de Baviera —blancas—.
También se preparan platillos que incluyen carne de cerdo, col rellena de carne picada, conejo y ganso. “Comer embutidos bañados en mostaza dulce es una tradición del país”, comenta Erhard.
Otro aspecto destacable de la comida de Alemania es el sabor artesanal en cada uno de los ingredientes. El acompañamiento de cualquier plato regularmente son los elaborados con papas, fritas o con mayonesa.