La pintura de Rojas podríamos decir que son esencialmente espacios, en donde la sensación de vivir de sus formas es total. En ellos vemos figuras que acentúan su verticalidad a las que se les ve crecer, en algunas obras a esta verticabilidad se le opone la expansión horizontal de espacio.
Esta temática la ha mantenido casi a lo largo de su evolución, pero el espacio se ha ido enriqueciendo de figuras y sobre los espacios del fondo en muchos casos “vacíos” se sitúan pequeñas figuras.
Los cuadros de Rojas están poblados de cosas, aunque sería más justo decir de seres grandes o mínimos. En rigor, Rojas es realista y lo fue luego de desprenderse del lenguaje aportado por la tradición, se liberó de él y así pudo conferirle libertad a las formas plásticas.
Sus visiones aspiran a captarlo en su carácter cambiante, en su fugacidad, sus seres con sus infinitos colores, tonos y matices casi se trasforman ante nuestros ojos.
Esta polifonía nos remite como toda música, al silencio, en donde el fenómeno de lo vivo implica un equilibrio ambivalente. El artista se sitúa en el punto justo entre el caos y el orden y se reencuentra no como si este surgiera de aquel, sino como si ambos surgieron simultáneamente.
Rojas contempla lo real y deja que se manifieste a través suyo la libertad del artista como dijimos consiste en hacerse servidor de algo que lo trasciende. Su soberbia pintura es humilde, escoge seres sencillos descubriendo en ellos su grandeza.
Si nos acercamos a unos de sus cuadros podremos ver la deslumbrante variedad y riqueza de su color, en su técnica vemos cómo se remolinan los tonos dejando surgir un color preponderante.
Rojas persigue seres y cosas en su total verdad, como a una verdad, que, por supuesto, interpreta de manera que se integre a su modo. El expresionismo está presente en su obra de tal manera que podemos decir que es un realismo expresionista.
La enorme fuerza de sus formas que con frecuencia el color se encarga de matizar o al contrario añade luces dando como resultado la proyección del carácter del artista.
En sus obras aprisionamos un sentido del espacio y un despliegue de la forma, todo pierde gravedad las figuras se mueven suspendidas en el espacio dando la sensación de vivir entregadas al instante total.
Estas imágenes nos traen recuerdos y nos remiten a hechos pasados. En algunos únicamente vemos el presente, agitados por la pasión, y por una alegría mezclada de un sutil dramatismo, las formas y los fondos encarnados en el color, tienden a fundirse, formando no ya un conjunto, sino una entidad única.
Los contrastes los puede violentar así como fortalecer la luz y las armonías a las que se encuentran con acordes que se derivan por su fuerza misma. Rojas expresa su verdad con seguridad y rotundidad tan autoritario que nos induce a hablar de un realismo determinista.
