Escenario

Por qué Jayro Bustamante se acerca más a Hollywood (y por qué asegura que el cine le está dando al público latino el lugar que merece)

Con tres películas, el guatemalteco Jayro Bustamante se ha convertido en uno de los cineastas más apreciados de América Latina.

El guatemalteco Jayro Bustamante sigue destacando en el cine mundial. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El guatemalteco Jayro Bustamante sigue destacando en el cine mundial. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

“Eso fue loquísimo”, recuerda Bustamante sobre un gesto que despertó el interés de “un montón” de estudios y le abrió las puertas de Hollywood para su primera coproducción entre Guatemala y Estados Unidos, un futuro proyecto rodado en español que se llamará Rita, avanzó en primicia a Efe.

“Siempre me habían metido en la cabeza que si empezaba a trabajar con Hollywood iba a ser algo como: ‘me encanta tu tema pero ahora transfórmalo para que sea una película estadounidense’… Y no, realmente fue todo lo contrario, tengo total libertad”, afirma el cineasta durante una conversación telefónica.

Pero lo cierto es que la carrera de Bustamante, aplaudido en festivales internacionales como Venecia, San Sebastián y Tokio, ya era reconocida mucho antes de que Joon-Ho dijera de él que es “una dinamo para el cine”.

La cultura se fija en América Latina

“Cuando uno está en una posición así, solo con una mención de gente que está en el camino puedes ayudar mucho no solo al director, también al cine de la región y a los temas que se están tratando, a las causas de las que hablan las películas”, aseguró.

Más allá de nombres y farándula, el cine de Bustamante destaca por centrarse en causas que preocupan a la sociedad, especialmente en su país.

Por ejemplo, su próxima película hablará de “la problemática de la infancia” y del abandono estatal, “especialmente de las niñas”, en Guatemala.

Antes, Bustamante estrena esta semana en las plataformas de streaming de Estados Unidos su cinta más reciente La Llorona, una interpretación de la conocida leyenda hispana que habla sobre los crímenes del conflicto armado de Guatemala (1960-1996), de la impunidad de sus responsables y del racismo presente en el país.

“Causa un problema fuerte a nivel local que mis películas no hablen de gente que sonríe en Guatemala”, reconoce Bustamante.

Pero a nivel internacional, sus historias han llamado la atención y han recibido el apoyo del mercado europeo, al que ahora se suma el estadounidense, cada vez más interesados en el cine latinoamericano.

“No sé si hay un ola, esperaría que no fuera eso -matiza-. Si quiero pensar que hay más importancia del mercado latino o iberoamericano, que los grandes estudios están dando a la audiencia latina el lugar que realmente tiene”.

La Llorona: Fantasmas que hacen justicia a las víctimas de Guatemala

Mientras prepara sus futuros proyectos, Bustamante estrena este verano La Llorona, o más bien restrena esta cinta que llegó a los cines en marzo y después de unos días tuvo que retirarse por el cierre durante la cuarentena del coronavirus.

Ahora, la película que ganó la sección Jornadas de Autores de la última Mostra de Venecia se lanza por internet.

“Es complicado”, admite Bustamente.

 

El director recurre al “realismo mágico” y a la leyenda de la llorona, dos emblemas de hispanoamérica, para explicar la cinta.

“A veces la magia no es ya la única manera de hacer justicia, sino a lo único que te puedes abocar es a tus deidades”, señala.

En la película, esa “llorona” es la que empieza a escuchar por las noches un anciano, el general retirado Enrique Monteverde (Julio Díaz), que se enfrenta a un proceso por genocidio contra comunidades indígenas.

Aunque sus personajes son ficticios, La Llorona es un estremecedor filme inspirado en hechos reales de la historia reciente de Guatemala como las masacres de indígenas durante la guerra civil (1960-1996) o el caso del expresidente Efraín Ríos Montt, condenado por genocidio en una sentencia después anulada.

El género de suspense y sobrenatural era la forma de hablar de un tema que, asegura, es aún tabú para toda una generación en su país.