“Hemos descubierto partes de una mandíbula y partes claves del cuerpo, incluyendo lo que parece ser un fémur completo, costillas, vértebras y otras partes importantes de las extremidades, algunas que nunca habían sido halladas tan completas en el registro fósil”, dijo Berger, quien encabezó el equipo responsable del descubrimiento.
El hallazgo ocurrió en una roca de un metro de ancho que había permanecido varios años casi ignorada en un laboratorio, hasta que un técnico percibió algo en la superficie que parecía un diente.
La pieza fue sometida a un escáner que reveló partes significativas del A. sediba. Otras partes de un esqueleto similar habían sido halladas en 2009 en el sitio conocido como Cuna de la Humanidad, al norte de Johannesburgo.
Por el momento no queda claro si los esqueletos -que exhiben largos brazos, un cerebro pequeño y manos con un pulgar- es un ancestro directo del género de los humanos Homo, o una especie próxima.
“Parece que ahora poseemos el esqueleto casi completo”, dijo Berger, quien mostró gran entusiasmo, compartido por los otros científicos del equipo.
La especialista de laboratorio Bonita de Klerk dij que “es como tratar de montar un rompecabezas”.
El esqueleto -que se remontaría a unos dos millones de años- pertenecería a un joven de entre 9 y 13 años de edad en el momento de su muerte.
De acuerdo con De Klerk, “estábamos cargando esta roca en un vehículo para llevarla a un laboratorio cuando uno de los técnicos alertó que había algo como un diente en la superficie. Llamamos a Lee y él dijo: Creo que es el diente de un hominído. Y tenía razón” .