Gabriel Reyes, fundador del proyecto educativo Los bichos de Diana, ubicado en Ciudad Vieja, Sacatepéquez, comparte que en un recorrido por el lugar han capatado la presencia de un grupo de cuatro quetzales machos y una hembra.
Según información del Consejo Nacional de Áreas Protegidas, Conap, el cortejo de las parejas de quetzales dura entre 15 días a 21 días, cuando se observa a las hembras y machos volando de un lado a otro, como en esta oportunidad.
Las parejas de quetzal seleccionan los nidos, pican varios troncos y eligen el que más comodidad les ofrece.
El proceso de incubación dura de 20 a 22 días aproximadamente, después que la hembra pone los huevos, ambos incuban en turnos. Las crías permanecen en los nidos entre 30 a 40 días.
En este proceso, los padres colaboran en la crianza, tanto la hembra como el macho se turnan en periodos de 30 a 45 minutos y llevan comida a la entrada del nido y los pichones salen a recibir el alimento.
Según el decreto No. 33 del 18 de noviembre de 1871, el quetzal es declarado ave nacional.
Otras especies
Reyes comparte que a través de su proyecto algunas instituciones han donado cámaras trampa, con las cuales se han documentado otras especies como tigrillos, ocelotes y tepezcuintles, entre otras. También se han establecido acuerdos con otras entidades.
Esto es parte de una iniciativa para proteger el volcán. “Se está trabajando una mesa técnica para ofrecer a las autoridades propuestas reales para la conservación de este lugar”, dice Reyes.
En algunos de los videos en las cámaras trampa también se ha escuchado el sonido de motosierras, lo cual evidencia el peligro en que continúan los animales en la pérdida de su hogar.
“Se documentan videos donde se observa a los animales moviéndose en el bosque y esto transmite a las personas el valor de esta área…animales importantes en el bosque”, agrega el conservacionista.
Uno de los grandes objetivos de este monitoreo es mostrar la gran variedad de animales que existen y el establecer bases de por qué es importante tomar acciones para proteger el lugar por las actividades de tala de árboles y cazadores.
Los hallazgos de la lagartija Abronia anzuetoi
En 2022, también trascendió que en el área del volcán se encontró la lagartija llamada Abronia Anzuetoi, la cual tenía cerca de medio siglo de no verse.
Daniel Ariano, biólogo y ecologista, compartió en una entrevista al respecto que la noticia también representaba evidencias de un problema mayor.
“En el Volcán de Agua hay áreas inaccesibles y podría ser que esto provocara que esta especie no se vea con frecuencia, pero tambiénes posible que esta especie que vive en la parte alta de los árboles aparezca cuando pierde el hábitat, así que el redescubrimiento viene con una mala noticia por la deforestación de árboles grandes y demuestra que su hábitat está en grave peligro”, explica.
En esa oportunidad, David Illescas, de Conap, compartió que las especies nativas están protegidos por un acuerdo gubernativo de 1956, que considera los volcanes como zona de veda —prohíbe la captura de los animales para evitar la depredación de los recursos naturales y permitir su reproducción y subsistencia—. En esa oportunidad también compartía que cazadores habían sido captados en la zona y se tomaban algunas estrategias.
Por su parte, Reyes menciona que en papel este acuerdo gubernativo de hace casi 70 años hace intocable el referido volcán, pero no es lo que sucede en la realidad.
