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Stranger Things y La Casa de Papel son ejemplos claros de ello. Seguramente el nombre Mindhunter también se le hace familiar. Los comentarios respecto a esta entrega lanzada en octubre de 2017 y dirigida por David Fincher son muy variados. Para algunos resulta demasiado fuerte y para otros fascinante. Lo cierto es que es se trata de una serie sin precedentes y con un varios puntos a su favor para que la agregue a su lista:
1. La trama es enigmática y llamativa. La serie se contextualiza a finales de los años 70 y muestra cómo dos miembros del FBI trabajan para desarrollar técnicas que permitan comprender cómo piensan los asesinos en serie, violadores y psicópatas con el objetivo de establecer patrones que más adelante logren evitar que se den nuevos casos. Y es que tal y como lo anuncia uno de los tráilers de la serie, “Para atrapar a los peores asesinos seriales, el FBI debe pensar como ellos”. Pero, ¿cómo sería posible aprender más sobre un nuevo y extraño tipo de asesinos que empezaban a actuar en aquella época? La respuesta despertaría inquietud a cualquiera: hablando con ellos frente a frente. ¿Podrán los investigadores salir ilesos de su nuevo trabajo? La serie de dos temporadas le dará la respuesta.
2. Tiene actuaciones impecables. Jonathan Groff y Holt McCanally le dan vida a los agentes Holden Ford y Bill Tench, los personajes principales de la serie. Cada uno tiene una personalidad y una vida completamente distinta y los actores se sumergieron tanto en el personaje que el espectador podrá identificar los rasgos de cada uno muy pronto. Además, la actriz Anna Trov se integra a la producción después de algunos episodios, interpretando a Wendy Carr, una psicóloga y consultora del FBI que realiza grandes aportes a la investigación.
Cabe resaltar que los casos investigados en la serie son reales. El primer asesino serial en ser entrevistado es Ed Kemper, interpretado perfectamente por Cameron Britton. El hombre es más conocido como el asesino de las colegialas y fue encontrado culpable de 8 asesinatos en primer grado en los años setenta. Tal y como se ha mostrado en la vida real el asesino, a través de videos y grabaciones disponibles en línea, lo siniestro y lo elocuente del personaje se transmiten a través de la pantalla chica en esta serie de Netflix, así que prepárese para sentirse incómodo y con algo de temor, pero a la vez cautivado por el intrigante personaje.
3. La caracterización. A lo largo de los capítulos de la serie podrá notar el arduo trabajo que realizó el equipo de arte detrás de la producción de la misma. La vestimenta, los autos, los peinados y el maquillaje, las locaciones y hasta la colorización de las imágenes harán que recuerde los años setenta o bien, si usted es más joven, que asimile que es una época ajena a la suya y más antigua. Pero eso no es todo. La caracterización de los asesinos es realmente impactante. Y es que después de ver los capítulos de Mindhunter resulta casi imposible no dirigirse a Internet e investigar un poco más sobre los personajes que aparecen en la pantalla.
La sorpresa más chocante en relación a la similitud de los personajes se la llevará en la segunda temporada, con la aparición de Charles Manson, interpretado por Damon Herriman. El parecido es tanto que lo dejará atónito.
4. La selección de los personajes. Es probable que se pregunte por qué Charles Manson es parte de la serie cuando él nunca llevó a cabo un asesinato. Sin embargo, el hombre ha pasado a la historia como el líder de una secta que cometió siete asesinatos, entre los que destacan el de Sharon Tate, esposa del director de Hollywood Roman Polański. Posteriormente se descubrió que los crímenes fueron propiciados por Mason al ser este el autor intelectual de los mismos. Adentrarse en la retorcida mente de Manson resulta irresistible para Holden Ford, agente que a lo largo de los capítulos también le despertará cierta curiosidad y hasta angustia, al notar que parece obsesionarse con los casos y llevar todo a otro nivel, sin importarle todo lo que pone en riesgo y lo que deba hacer para conseguir la información que busca.
Aunque como en cualquier producción, existen personajes principales y secundarios, cada personaje que aparece en la serie fue elegido con sumo cuidado y aportan algo a la trama, por lo que no existen los rellenos ni espacios muertos en ninguno de los episodios que duran alrededor de una hora.
5. Los diálogos son cruciales y entretenidos. Mindhunter no es lo que esperarían muchas personas tras leer su sinopsis. Aunque tiene algunas imágenes fuertes, no hay escenas llenas de sangre ni se ve el sufrimiento de las víctimas mientras los asesinos cometen sus atroces crímenes. Puede observar algunas fotos de los homicidios pero la forma de narrar lo sucedido se hace a través de los diálogos entre los policías y los asesinos. La serie tiene escenas muy largas de conversaciones que para el público sediento de acción quizá resulten tediosas, pero al enfocarse en cada palabra notará que se revela mucha más información –igual de alarmante, pero menos brutal- que si se hubieran grabado las recreaciones de los crímenes. Cuando se sumerja en el estilo narrativo que Fincher decidió elegir para Mindhunter no le tomará mucho tiempo para quedar atrapado por sus magnéticos personajes.
Para que termine de convencerse de darle una oportunidad a esta producción, vea los adelantos de ambas temporadas: