La mayoría de los expertos apoyan esta hipótesis, pero dicen que la única manera de confirmar que tal impacto tuvo lugar es estudiando las proporciones de isótopos de oxígeno, titanio, silicio y otros componentes en ambos cuerpos celestes.
Hasta ahora, los investigadores que estudiaban las muestras lunares que llegaron de la Tierra en meteoritos habían hallado que la Tierra y la Luna tienen una composición bastante similar.
Pero ahora, al estudiar las muestras recogidas de la superficie lunar por el equipo de la NASA de las misiones de los Apolo 11, 12 y 16 y contrastarlas con técnicas científicas más avanzadas, los científicos descubrieron algo nuevo.
“Pudieron detectar una leve, pero notoriamente mayor, composición del isótopo de oxígeno en las muestras lunares”, señala el estudio divulgado en la revista especializada Science. “Esta mínima diferencia apoya la hipótesis del enorme impacto para la formación de la Luna”.
Según los modelos que recreaban esta colisión a un nivel teórico, la Luna estaba formada por elementos de Theia en un 70 a 90%, y elementos terrestres en un 10 a 30%.
Pero ahora los investigadores revisaron al alza el papel del planeta en la composición de su satélite: la Luna podría ser una mezcla 50/50 de restos de la Tierra y de Theia. No obstante, hacen falta más estudios para confirmar esta versión.
“Ahora podemos estar razonablemente seguros de que la enorme colisión tuvo lugar”, dijo el autor principal del estudio, Daniel Herwartz, de la universidad Georg-August de Gottingen, en Alemania.