En 1879 se trasladó a la Ciudad de Guatemala, para estudiar en la Escuela de Sustitutos de la Banda Marcial. Toca la flauta y el flautín con dirección del profesor alemán Emilio Dressner, de quien aprendió armonía e instrumentación.
Luego de que ganó el concurso de 1887, hubo críticas a la decisión del jurado, pero el Himno Popular se cantó por nueve años hasta que el presidente José María Reina Barrios convocó a un nuevo concurso, en el que una letra “anónima” ganó y también Álvarez Ovalle, con el mismo arreglo musical. El resultado fue impugnado, pero el presidente organizó audiciones con músicos y ministros, quienes respaldaron a Ovalle, designado ganador oficial el 19 de febrero de 1897.
Como maestro impartió flauta y solfeo en el Conservatorio Nacional, compuso múltiples himnos escolares y patrióticos; también obras religiosas, corales, para banda marcial e instrumentos de viento y cuerda. Dirigió varios coros y estudiantinas, entre ellos la agrupación femenina del Instituto Belén. Hizo 98 arreglos —siete para orquesta, siete para banda, 43 para estudiantina, 36 para guitarra, cuatro para piano y uno para cuerdas—.
En 1911, Álvarez Ovalle recibió un magno homenaje en el teatro Carrera.
El 24 de octubre de 1941, al cumplir 83 años, el pueblo de San Juan Comalapa le rindió un masivo homenaje. Murió el 26 de diciembre de 1946.