El grupo destacado

Karla Asturias, Juan Luis Ortiz, Luis Castillo, Lenin Vides y José Eduardo López no se conocen entre sí, pero tienen en común que alcanzaron —o superaron— metas que además de llenar de orgullo a sus padres, pusieron en alto el nombre de Guatemala.

Sus historias de éxito son ejemplos para muchos jóvenes, pues en ellas hay momentos de constancia, situaciones en las que la iniciativa marcó la diferencia y bastante talento, que les ayudó a brillar en lo que más aman hacer.

Perseverancia y amor

El camino del éxito para estos guatemaltecos no fue fácil, y tampoco bastó con tan solo disfrutar poniendo en práctica sus habilidades. Hubo muchos momentos de tensión, tal y como le ocurrió a Luis Castillo cuando fue a representar a Guatemala en Luxemburgo, para la Copa Mundial Culinaria, que se efectuó en noviembre recién pasado.

Luego de 12 días de entrenamiento en una cocina en Ohio, EE. UU., el joven chef tuvo que improvisar ingredientes al saber que algunos de los que traía consigo desde Guatemala no llegaron o se echaron a perder. “Iba de un lado para otro, pero como estaba preparado para eso, al final se pudo resolver”. El esfuerzo le valió un triunfo.

Para Karla Asturias, una amante de las matemáticas, ganar la medalla de oro en la última Olimpiada de las Ciencias, llevada a cabo en agosto último, no fue nada sencillo. Para ello, tuvo que prepararse durante meses, incluso durante su tiempo libre.

Lenin Vides, un extravertido bartender con experiencia y carisma, confesó pasar por mucha tensión y nervios al momento de poner a prueba sus habilidades.

Lo anterior también supuso para todos ellos mucha adrenalina y concentración, que sin duda fue lo que prevaleció y les otorgó esos merecidos triunfos.

Su éxito lo marcó saber aprovechar el momento que se les presentó para destacar.

“A mí una vez me dijeron que las oportunidades se dan, y hay que estar pendiente de ellas, porque no van a llegar a tocarle a uno la puerta. Yo la abrí, la busqué y empecé a trabajar en esto para lograrlo”, dijo José Estuardo López, quien ama la actuación y escribió varias escenas para Odisea 2050, una película animada que se planea estrenar a principios del 2012, la cual cuenta con expertos en efectos especiales de la aclamada Avatar.

A diferencia de otros jóvenes que participaron en esta convocatoria cinematográfica a nivel mundial —porque en sus colegios los motivaron—, José Estuardo lo hizo por iniciativa propia, y al final superó a cientos de adolescentes de otros países.

Confianza en sí mismos

La experiencia de destacar también colmó de seguridad a los chicos y les brindó una nueva visión sobre lo que son y pueden llegar a ser.

En el caso de Juan Luis Ortiz, haber ganado un concurso de arte, promovido por Casa Mima en favor del Lago de Atitlán, le amplió su perspectiva. Su obra fue elegida como la mejor, por representar artísticamente la tristeza y preocupación que siente la juventud debido a la contaminación del lago, y ahora su obra aparece en un calendario junto a pinturas y fotos de reconocidos artistas guatemaltecos.

“La verdad es que nunca había pintado; al principio tenía una idea de lo que quería hacer, pero luego vi que el lago no es como aparece en las imágenes de antes, y por eso decidí hacerlo así”, compartió el adolescente que desde muy pequeño decora la oficina de su papá con cuadros de su autoría. “Ahora me llama más la atención la pintura, y estoy empezando a estudiar y prepararme mejor”, agregó este estudiante del colegio Montessori.

Lenin también resaltó la importancia que tiene triunfar en concursos internacionales. Él será el representante de Guatemala en el Mundial de Bartenders Finlandia 2011. “Quiero realmente enorgullecer al país y ganar o quedar entre los primeros lugares, para que la gente de otros países vea que la coctelería en Guatemala está creciendo y poco a poco vamos igualando a muchos en este oficio”, afirmó.

Luis, quien ya ha dejado en alto el nombre de su país en pasados concursos culinarios y dedicó este último triunfo a su mamá—la chef Fabiola Guillén de Castillo—, afirmó también que “estar fuera compitiendo lo llena a uno de mucha alegría, por sentirse orgulloso de ser de Guatemala y dar una buena imagen de ella”.

Llenos de felicidad, satisfacción y mucha motivación por seguir adelante, estos cinco jóvenes tienen una razón más para brindar el 31 de diciembre, y así recibir el nuevo 2011. ¡Enhorabuena por ellos!