Estudios han demostrado que la rutina diaria disminuye la ansiedad en los niños, ya que las proporciona la capacidad de predecir lo que va a ocurrir y de esa manera se enfocan mejor en sus juegos como fuente de aprendizaje.
Para crearles a los hijos una rutina diaria se debe seguir los siguientes pasos: establecer horarios claros para las comidas, merienda y horas de juego, determinar las horas para el baño y las siestas si son menores de 4 años. La hora de irse a dormir también debe incluir el cepillado de los dientes y la lectura de un libro.
Hay que hablarle a los pequeños sobre los beneficios de la rutina y la importancia de cumplir los horarios. Si la cumplen, se les puede recompensar de distintas formas y expresarles lo orgullosos que se sienten porque se cumplen.
Es fundamental ser consistente con la rutina, es decir, que se practique todos los días.