Vida

La nube curativa

Los baños de vapor constituyen una terapia efectiva para limpiar el cuerpo, estimular la circulación, combatir el estrés, resaltar la belleza y prevenir enfermedades, en especial, en esta época de fin de año, cuando las afecciones respiratorias son frecuentes.

las hierbas medicinales empleadas en el baño húmedo o ruso  despejan las vías respiratorias.

las hierbas medicinales empleadas en el baño húmedo o ruso despejan las vías respiratorias.

Los beneficios medicinales y las propiedades curativas de hacer una inmersión en nubes de vapor se reflejan en la sensación de bienestar y purificación de la piel, al facilitar la transpiración.

Los baños de vapor comunes en Guatemala son los secos o turcos —en cuyo cuarto se produce un potente calor que puede llegar a los 40 o 50 grados centígrados— y húmedos o rusos, donde se utilizan hierbas medicinales en las zonas de la salida de vapor.

“Se recomienda el baño de vapor cuando la persona desea eliminar las toxinas del cuerpo y renovarlo a través del vapor húmedo”, afirma Ana Álvarez, gerente de servicio al cliente del balneario y spa Santa Teresita.

Los problemas como artritis, reumatismo, gota y ácido úrico elevado pueden ser tratados con esta terapia.

Entre sus principales bondades externas destaca la limpieza de la epidermis, para dejar los poros libres de impurezas, células muertas y puntos negros, al tiempo que deja la piel lisa y suave.

Por lo general, se realiza en intervalos de 10 minutos de vapor húmedo y 10 minutos de agua fría, para lograr el efecto de relajación y desintoxicación.

Con este método se estimula el flujo sanguíneo, comenta Auri Rodríguez, administradora de Baños turcos-rusos Recolección, quien aconseja que mediante el baño turco se trate de calentar piernas y brazos.

Una vez que el calor de estas zonas haya aumentado, hay que darse una ducha de agua fría. Se moja primero los pies y luego las manos. Es preferible comenzar del lado izquierdo, —parte donde se encuentra el corazón—, para que la aceleración de su bombeo sea más pausada. Después se deja caer el agua en el tórax y finalmente en el resto del cuerpo, sin que alcance la cabeza. Este proceso descongestiona el cerebro, las fosas nasales, tráquea, faringe y laringe, explica Rodríguez.

En el baño ruso, el eucalipto y la menta se utilizan como vasodilatadores, relajantes y descongestionantes de las vías respiratorias; la hoja de té de limón revitaliza y la esencia de naranja hidrata la piel y tonifica los músculos.

Como es un lugar de relajación y silencio donde se desarrolla, el baño de vapor es ideal para la meditación, lo que contribuye a ver de una forma positiva los problemas y preocupaciones, refiere el médico Héctor Rosales, especialista en medicina alternativa.

“Recomendamos desayunar bien y tomar suficiente agua antes de someterse a esta terapia, para evitar desmayos y compensar la deshidratación que conlleva la sudoración”, aconseja Álvarez.

Como cualquier tratamiento relajante, se debe tomar en cuenta que por la temperatura no es recomendable para quienes padecen enfermedades cardiovasculares, hipertensión o várices.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.