Algunos dinosaurios salían del huevo pesando entre dos y 10 kilos, para luego aumentar de peso hasta 30 o 50 toneladas.
Los investigadores recalcaron que esto está relacionado con el hecho de que un huevo tiene un tamaño limitado por razones físicas. Así, cuanto mayor es un huevo, más gruesa ha de ser su cáscara, pero la misma tampoco puede ser muy gruesa porque tiene que dejar pasar el oxígeno.
Al crecer, las crías de los dinosaurios ocupaban el lugar de especies animales más pequeñas, comiendo las mismas cosas que ellas, lo cual, según los investigadores, impidió que hubiera más especies de dinosaurios más pequeños.
“Hay mucho espacio en el ecosistema para especies pequeñas, pero ese espacio estaba ocupado por ejemplares jóvenes de especies más grandes”, explicó Clauss.
“Durante 150 millones de años no hubo problema ninguno, pero, al surgir algo que acaba con las grandes especies para que queden sólo las pequeñas, un grupo que no tiene especies pequeñas desaparece por completo”, afirmó.
Los científicos piensan que todos los animales con un peso superior a los 25 kilos murieron en la catástrofe ocurrida hace 65 millones de años, la cual causó el final de los dinosaurios terrestres.
Algunos científicos piensan que los mismos desaparecieron después de que un meteorito golpeara a la Tierra con una potencia fenomenal, en el llamado impacto del Cretáceo-Terciario, pero otros creen que fue antes.
“La pregunta que obsesionaba a algunas personas, incluido yo (…) era por qué los mamíferos sobrevivieron y los dinosaurios no. Creo que tenemos una buena respuesta”, explicó Clauss.
Según él, los mamíferos no tenían las mismas limitaciones, ya que sus crías eran comparativamente más grandes al nacer y luego se alimentaban con la leche de sus madres.
Así, el titanosaurio, el mayor vertebrado que existió, pesaba cuando era adulto 2 mil 500 veces más que un recién nacido. Un elefante actual pesa 22 veces más que un ejemplar recién nacido.