Un total de seis grandes ollas de barro, numerosos fragmentos de cerámica y trozos de obsidiana -entre otras- que datan del período clásico tardío (entre los años 600 y 900 después de Cristo), fueron desenterrados de un terreno contiguo al desarrollo habitacional.
En el lugar, el equipo de arqueólogos también desenterró parte de una osamenta humana que podría datar del mismo periodo.
La zona donde fueron rescatadas las piezas es considerada “una de las más ricas en sitios arqueológicos” en el país, recordó Alvarado.
“Por sus características y su data, podemos decir que las piezas que logramos rescatar son de origen Maya” , sostuvo el especialista, tras indicar que en el mismo lugar se han encontrado vestigios de surcos de cultivos y de un muro de adobe (mezcla de barro y paja) .
A pocos kilómetros de la zona de Colón en que fueron rescatadas las piezas arqueológicas se encuentra el Sitio Arqueológico San Andrés, así como el Sitio Arqueológico de Joya de Cerén, el único vestigio precolombino en territorio salvadoreño, considerado Patrimonio de la Humanidad.
Alvarado señaló que los trabajos de excavación en busca de piezas u otros restos arqueológicos en Nuevo Lourdes Poniente, que comenzaron el pasado 27 de mayo, concluirán al final de esta semana.