Vida

Resumen del 2001

Recuento de las actividades y hechos más importantes en la literatura, la plástica y la danza durante este año

Fue en el 2001 cuando delincuentes robaron la imagen de la Virgen del Carmen, que hasta hoy no ha aparecido, a pesar de que se ofrecieron Q50 mil por su devolución.

También fue este año cuando se desató una polémica por la construcción de un centro comercial en la Antigua Guatemala, que al final no fue aprobado.

Además…

Lo que sí fue aprobado, no obstante las quejas, fue la construcción de una plaza comercial cerca de los montículos de Miraflores, zona 11.

Pero no sólo las edificaciones prehispánicas y coloniales corren peligro. Las obras de arte antiguo siguen siendo un buen atractivo de los ladrones. En horas hábiles, del 21 de septiembre, fue sustraído del Museo Nacional de Historia el retrato al óleo de Manuel Estrada Cabrera.

También en horas hábiles y aprovechando la confusión por el temblor del 13 de enero, alguien sustrajo la imagen del Niño Dios del templo de La Recolección.

Para sorpresa de muchos, en el mes de julio se conoció del reclamo que el Ministerio de Cultura hacía de un lote de piezas prehispánicas expuestas en el museo de la Fundación Barbier Mueller en Barcelona, entre ellas la máscara del Dios de Río Azul.

De premios

A diferencia de otros años, en el 2001 no hubo ceremonia de entrega del Premio Nacional de Literatura, que este año le fue concedido a la escritora Isabel de los Angeles Ruano, quien deambula por las calles de la ciudad desde hace muchos años.

El poeta chileno Nicanor Parra obtuvo, a sus 86 años, el X Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, un galardón que reconoce la ?aportación relevante al patrimonio cultural común? entre España y América.

El escritor anglo hindú Vidia S. Naipaul, recibió el premio Nobel de Literatura 2001 y el escritor y humanista estadounidense George Steiner recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

El escritor colombiano residente en México, Alvaro Mutis, fue nombrado Premio Cervantes. El autor, de 78 años, había recibido ya en 1997 el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

Orellana en Cádiz

El compositor guatemalteco Joaquín Orellana presentó, en el Festival Internacional de Teatro de Cádiz, su cantata musical La Tumba del Gran Lengua, después de haberla estrenado en Guatemala, con el actor francés Jean Ives Peñafiel y un elenco de 18 músicos.

También en el campo cultural, el público disfrutó de dos excelentes montajes operáticos en la ciudad de la Antigua Guatemala: Madama Butterfly, en el Festival de Arte Paiz (febrero) y Macbeth, como parte del Mosaico Cultural 2001 (noviembre).

Los que fueron a Venecia

Tres artistas guatemaltecos participaron en la 49 edición de la Bienal de Arte de Venecia del 10 de junio al 4 de noviembre. El fotógrafo Luis González Palma fue como artista invitado.

También fueron Regina José Galindo y Aníbal López (A1-53167), este último ganó un Premio Especial para jóvenes artistas.

Los que vinieron

Varios centenares de hombres y mujeres vieron y escucharon al Premio Nobel de Literatura José Saramago en la entrevista pública que dos escritores le hicieron en el Centro Iberoamericano de Formación en la Antigua Guatemala el 4 de marzo. Sin lugar a dudas fue el principal acontecimiento literario de la primera mitad del año.

Otro escritor famoso, el mexicano Carlos Fuentes vino, a finales de agosto, para la entrega de los Premios Unicef a la Comunicación.

El poeta mexicano José Emilio Pacheco vino a principios de septiembre para participar en el centenario de Cardoza y Aragón, con la conferencia “El río de Luis Cardoza y Aragón”, en la Universidad Rafael Landívar.

El antropólogo Ian Graham considerado uno de los más importantes investigadores de la cultura maya y el creador del Corpus de las Inscripciones Jeroglíficas Mayas, participó en el XV Simposio de Investigaciones Arqueológicas. En este Simposio participaron, además de Graham, 150 científicos de América, Asia y Europa.

La escritora mexicana Elena Poniatowska vino en julio a presentar su nuevo libro “La piel del cielo”, con el que ganó el Premio Alfaguara de Novela 2001.

Nos dejaron

Varios artistas, valiosos todos, murieron este año. Una de las muertes más recientes (el 2 de noviembre) fue la del escritor y pintor Luis Alfredo Arango, Premio Nacional de Literatura 1988. Arango es considerado uno de los poetas más importantes de la literatura guatemalteca contemporánea. Un paro cardiaco terminó con su vida.

También murió el académico español y catedrático universitario Salvador Aguado Andreut, que residió en Guatemala durante décadas.

La primera actriz y directora de teatro Consuelo Miranda falleció el 6 de abril, así como el pintor y escultor Walter Peter, fundador de Very Special Arts Guatemala. También falleció la arpista guatemalteca Floridalma Robles (febrero), integrante de la Orquesta Sinfónica Nacional.

En Salvador de Bahia, Brasil, el 6 de agosto murió el novelista brasileño Jorge Amado. Formó parte de una generación de artistas e intelectuales que brindó protagonismo al pueblo negro y mulato de Bahia (nordeste) y a su cultura marcada por el sincretismo religioso.

A los 94 años de edad falleció el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri, considerado como el intelectual venezolano más importante de la última centuria en su país y premio Príncipe de Asturias 1990.

Balthus, conocido por sus pinturas abiertamente sexuales de doncellas semidesnudas, falleció en febrero a los 93 años de edad. El pintor francés inspiró e influyó al mundo del arte durante más de seis décadas.

José García Nieto, Premio Cervantes 1996, falleció en un centro hospitalario de Madrid. Miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1983. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1957.

También fallecieron el escritor mexicano Juan José Arreola, el fotógrafo cubano Alberto Díaz Gutiérrez (Korda), conocido internacionalmente gracias a la mítica instantánea que tomó del guerrillero cubano-argentino Ernesto “Che” Guevara.

De aniversarios y coros

William Orbaugh celebró, con un recital, sus 25 años de carrera profesional en la guitarra.

Con una repleta agenda de conciertos durante noviembre y diciembre, el Coro de Nacional de Niños hizo su aparición en el ambiente cultural. Las 93 voces de los chiquitines se escucharon en Sololá, Patzún y en varios lugares de la ciudad capital.

Festivales

Los museos de la capital y algunos de los departamentos se unieron al festival que se realizó en mayo en conmemoración del día mundial del museo (18 de mayo). El programa incluyó actividades como conciertos, conferencias, exposiciones y talleres dirigidos a estudiantes, personal de museos y público en general. Además los museos ofrecieron visitas guiadas gratuitas dentro de sus instalaciones.

A finales del mes de julio se llevó a cabo el X Certamen Internacional de Ballet Juvenil. El Certamen, que inició en 1992 en El Salvador, se ha realizado cada año en varios países de Latinoamérica; Guatemala fue sede por primera vez. Compitieron estudiantes de ballet, comprendidos entre 9 y 20 años de edad de academias de México, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá, Perú y Guatemala.

La plástica

Tal vez una de las actividades más interesantes fue la exposición de la obra de Carlos Valenti (1888-1912), un artista que murió joven, pero que dejó una extensa producción.

También hubo una retrospectiva de Rodolfo Galeotti Torres organizada por la Fundación Paiz y un homenaje por la Societá Dante Alighieri.

Otros artistas de quienes se realizó una muestra retrospectiva fueron: Ramón Avila, Roberto Cabrera y Efraín Recinos.

La escultura

Dos acontecimientos importantes surgieron de la escultura este año: El coloso de Inmaco y el Festival Arte en Concreto, en la Antigua Guatemala.

El Coloso, formado por 450 ladrillos moldeados y tres toneladas de peso, es una gigantesca pieza creada por Walter Peter. Está ubicado en el Km. 4.5, salida al Atlántico.

En el II Festival de Arte en Concreto, en la Antigua, participaron artistas de cinco países. Los dos ganadores fueron César Silva con la pieza formada por líneas de metal que sostienen 25 aves en vuelo y José Domingo Beltetón que esculpió tecolotes en un bloque de concreto.

Como premio, Beltetón fue enviado a Nuremberg, Alemania, y César Silva a Texas, para hacer esculturas en festivales similares en esos países.

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