La especialista de Viena, Gertraud Berka-Schmid, afirma que al cantar la respiración abdominal se convierte en un masaje para el intestino y para algunos músculos, como el corazón.
Esto se debe a que el canto requiere de una respiración, y esta suministra aire a los pulmones que favorece la circulación sanguínea y mejora al mismo tiempo la concentración y memoria.
Muchos afirman que el canto es una de las formas más antiguas de expresión que tiene el ser humano con la cual expulsaban energías malignas.
Al practicarlo, se estimulan los nervios parasimpáticos, por lo que resulta ser un tratamiento adecuado para prevenir los males asociados con el estrés. También estimula las defensas del organismo y mejora las capacidades de autosanación.